Los sombreros de Gardel y un rabo de toro

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Pese a las modas que arrasan con adocenamiento disfrazados de nuevas gastronomías – ¡Ojo que hay casos que sí son considerables! – en la ciudad de Buenos Aires por fortuna y perseverancias sobreviven bodegones con cocinas francas y generosas.

Una vez más estuvimos en uno de ellos, el Miramar, sobre una esquina del barrio de San Cristóbal.

Allí abrió sus puertas en 1951, en un local amplio que alguna vez albergó a hacedores de sombreros, con clientes entre los cuales se destacó uno llamado Carlos Gardel, sí el mismísimo, o el mero mero como dicen los mexicanos.

Rabo de toro –en muy pocos otros sitios porteños puede comerse, tan interesante es el platillo-; ravioles rellenos con carnes de ciervo, tal cual alguna vez los probamos; caracoles que son de tierra y en salsa de tomates; gambas al ajillo, pulpo y a la española; tortillas de papas en sus mejores versiones, lentejas guisadas, jamones de los crudos y quesos de los picosos, para acompañar con aceitunas rellenas; mejillones que le dicen a la provenzal…  Flanes y otros dulces platos, ideales para antes de los dulces sueños, en la noche o en las siestas…Tanto más y una carta de vinos ara todos los gustos.

Esos son los platillos y escancios que allí celebramos, sin dejar de recordar que alguna vez el Miramar – emblema de la culinaria de origen en la vieja España – fue uno de aquellos establecimientos concebidos como bar restaurante y almacén, tan de estas comarcas en épocas que parecen muy lejanas pero no lo son tanto….

 

Miramar

Avenida San Juan 1999; CABA

Teléfono 011 4304-4261

Con reservas al 15 6729 8510

Por la mañana y para almorzar y cenar

No es barato, es cierto, pero la relación precio-calidad de su cocina, atención y servicio es adecuada, justa

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