Qué sabrosura el amorío entre Heráclito y Santa Quina

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Nada descubrimos. Ni al gin ni al agua tónica. Mucho menos a la filosofía…por lo de Heráclito de Éfeso, por supuesto. Tampoco caeremos en aquello de él o la mejor.

Sólo fue una tarde de compras. Y todo porque la dueña de nuestra tienda para alcoholes y de cabecera – las hay y bastantes en Buenos Aires – nos anunció y elogió la calidad de la oferta de la semana. No se arrepentirán, dijo.

Pero antes y como siempre, por eso de los contextos, aquí un chisme que capturado en Circuito Gastronómico, un sitio especializado.

Hace algunos pocos años, la vida de Julián Varea era otra: vivía en Europa, inmerso en el mundo corporativo, trabajando en una organización de prevención del lavado de dinero.

Cansado de este trabajo y su ambiente, Julián Varea buscó entre sus intereses aquello que le despertara algo interno, alguna pasión oculta que lo llevará por otros caminos. Así, se inclinó por el mundo de la perfumería.

La combinación de hierbas, flores, aromas comenzaba a aparecer subyacente indicando lo que vendría. Su primer paso fue inscribirse en  un curso de formulación de perfumes naturales que era dictado por un profesional de origen chino en la Asociación de Perfumistas Británicos (…).

En 2016 – en Buenos Aires…su taller lo tiene en el barrio de Belgrano R -,  al ver que había pocas marcas de gin, se le despierta la curiosidad por las bebidas destiladas y buscó proponer algo que vincule la perfumería y el gin…

Y así surgió el gin Heráclito en sus variedades:

Heráclito London Dry. Compuesto por 13 botánicos que brinda en su aroma una salida firme de enebro y coriandro que combina con notas cítricas provenientes de componentes como el limón, la lima y la naranja curazao.

Heráclito 40 Botánicos: Elaborado a partir de una fórmula que combina 40 botánicos

Heráclito Macedonio: Elaborado 100 por ciento natural, su fórmula se compone de botánicos cuidadosamente seleccionados, entre los que se destacan el enebro, coriandro y flores rojas.

Algo más…Santa Quina es un agua tónica de especial calidad, también elaborada en la ciudad de Buenos Aires. Especialistas en barra, cocteles y tragos sostiene que es una de sus preferidas.

Y como otras bebidas de su especialidad, esconde una historia: En 1817 científicos franceses se dieron cuenta de que extraer el compuesto de la corteza de la quinina servía como un medicamento para prevenir la malaria. Su uso se extendió hasta los oficiales británicos, quienes asentados en las colonias de India, encontraron en la combinación con agua, azúcar, lima y gin una gran forma de domar el amargor de la dosis diaria de quinina.

Y he ahí con ustedes el gin tonic…El nuestro de hoy con gin Heráclito Macedónico, agua tónica Santa Quina muy fría y, por recomendación de la tendera que con sapiencia en su oficio nos atendió, una rodaja de pepino.

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