Buenos Aires y Genova, o moscato con faina y corochinato con focaccia

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La faina que es de Italia y del Mediterráneo – hasta los del Gibraltar cuentan con la propia – tiene hace ya tanto ciudadanía rioplatense y nos animamos a decir que particularmente porteña; y aunque es conciderada casi como dama de compañía de la pizza, nadie puede negarle vida y vuelo propio, a menos entre sus admiradores, tal cual nosotros tomateros de ley.

Por consiguiente, aquello de moscato, pizza y faina, que hasta letra de rocanrol tiene, muy bien es aplicable a ella sola, la fainá, y a él solo, el moscato; un  encuentro entre vinos con dulzores y harinas de garbanzos horneadas, que buena historia de amoríos componen.

La focaccia hace un tiempo que trata de encontrar su lugarcito por estas comarcas del comer, sobre todo en las panaderías de panaderos y panaderas jóvenes, tan propensos a la masa madre, la que explica su éxito tanto por méritos inherentes como por la caída en desgracia de nuestras panaderías de siempre, las que, en general, elaboran –cuando no sólo hornean piezas en serie – y venden un producto de maligna calaña.

Ella la focaccia aún no tuvo tiempo de encontrar a su amante en copa, y tanta demora podrá hacer que el moscato vaya a serle infiel a su compañera de años, la faina; ya veremos.

Por lo tanto, y con la intención de ayudar a que enamorados y enamoradas de prosapia no sufran desengaños, es que contamos esta historia de un beber bien genovés, pues a no olvidar que por allá por la Liguria, la foaccia tiene especiales residencias.

Y para ello pasamos a reproducir lo más relevante de un interesante texto que encontramos hace un par de días en la revista Gambero Rosso.

Se llama Corochinato y es un vino de sabor antiguo que siempre ha sido la bebida favorita de los genoveses….Qué es el Corochinato, el aperitivo genovés…

Vino blanco, azúcar, alcohol y una infusión de 18 hierbas aromáticas: estos son los ingredientes de la bebida embotellada, para disfrutar fría y con piel de limón. Luego, por supuesto, puedes utilizarlo para preparar bebidas frescas de verano, pero a los verdaderos genoveses les encanta beberlo puro.

Estuvo muy de moda en los pasados ’60 pero aún perdura como tradición.

También conocido como L’Asinello , debido al dibujo que figura en la etiqueta de su envase, Corochinato se distingue en particular por el aroma que desprende la absenta, luego la genciana, el tomillo, la canela, el orégano y el cardo, pero el nombre está ligado a la presencia de quina , así como al cerro Coronata , de donde proviene el vino (original para su elaboración en Italia).

La crianza en depósito requiere seis meses, y sirve para afinar el sabor de la infusión de hierbas, la misma desde 1886, año en que nació la receta.

Qué sepamos, todavía es casi imposible conseguirlo por estas tierras y que bueno sería, sobre todo, que alguien se anime a una a una elaboración versionada por estas tierras…

¡Salud!

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