¿Pizzaiola de pollo?… Sí claro, nuestras milangas a la napolitana
Revisando estábamos alguno recetarios italianos, tirando para el Sur, y encontramos una versión de lo que ellos llaman pizzaiola de pollo, y por supuesto no pudimos más que pensar en nuestras milanesas de pollo a la napolitana.
Es más, recordamos por supuesto que toda carne a la pizzaiola, yante bien de la ciudad de San Jenaro y sus alrededores, debe ser el origen de nuestro invento rioplatense y cocoliche que se llama…Sí milanesas (milangas para muchos del habla callejero) a la napolitana, nombre de un plato que provoca una suerte de batiburrillo semántico y geográfico.
Las carnes a la pizzaiola originales y la cual las hemos saboreado en sus tierras de natales no suelen ser empanizadas y casi siempre obedecen a cocciones en sartén, que incluyen vino y salsa de tomates, para luego ser coronadas con gratinados de quesos (nunca las comimos con jamón); pero las recetas y variaciones son más que múltiples…
Aquí van algunas ideas para las milangas a la napolitana, inspiradas en la vieja sabiduría de las pizzaiolas…
Unos cuatro filetes de pechuga de poco grosor o churrasquitos de pata y muslo. Un huevo, perejil y ajo picado, sal y pimienta para marinas las carnes y algo de pan rallado para empanizarlas.
Aceite de girasol para fritura delicada.
Salsa de tomates frescos con aceite de oliva, orégano, pimienta y un algo de ají molido para suave picor. Quizás algunas rodajas de tomate fresco, mozzarella y queso parmesano rallado, para coronar en ese orden su montaje, y al horno para el gratinado de honor…
Con papas y batatas fritas u horneadas y el tinto que desees o puedas.
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