Un japonés en la Patagonia y enamorado de los hongos

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Akira Takeuchi es un joven chef japonés, que desde los 15 años se dedica a la gastronomía. Fue a vivir a los Estados Unidos en el año de 2002, pero no pudo quedarse de forma definitiva. Me tenía que volver a Japón y estuve buscando trabajo. Un texto de Juan Manuel Larrieu, editor de la revista patagónica Con todo gusto.

Hace 4 meses que se instaló en Lago Puelo y El Bolsón. Se adaptó rápidamente, aunque se prepara para transitar su primer inverno allí: Mi pueblo en Japón es muy parecido a Bariloche y a El Bolsón. Tengo el río, el lago, la montaña, la nieve y frío.

¿Cómo llegaste a Argentina y cómo llegaste a El Bolsón ?

A la Argentina llegué en 2007, vine acompañando a una chica que luego fue mi esposa. Acá tengo mi familia, tengo mis amigos. Me volví a casar y tengo una hija. El tema de mudarnos a la Patagonia se dio en pandemia, ahí decidimos salir de la ciudad donde hay mucha gente. Estuve 17 años en Buenos Aires cocinando pero necesitamos algo más natural y poder disfrutar la vida, sobre todo para nuestra hija.

¿Dónde trabajabas en Buenos Aires ?

En varios lugares, algunos conocidos y otros no tanto. Mucho tiempo para mi ex jefe y amigo Takehiro Ohno, que tenía su programa en el canal de TV El Gourmet. Estuve con él casi nueve años. Finalmente me independicé y me dediqué más a la gastronomía japonesa, pero no fusión. Quiero difundir la cocina japonesa de origen y de sabor no mezclado, Porque hay muchas fusiones creadas, pero hay muy poco tradicional.

¿Cómo te estás relacionando con la cocina patagónica?

En estos días tengo mi primer evento con un amigo, en el restaurante Entre Amigos. También estamos organizando algunos en Bariloche, creo que tiene más movida. Aquí hay menos variedad de insumos que en Buenos Aires o Tokio pero creo que hay productos de excelencia que estoy descubriendo; tienen muchas posibilidades

Hay muchos buenos cocineros. Me gusta porque hay poca tecnología y hay que inventar, improvisar. Creo que hay mucho para mejorar.

La cocina japonesa tiene un método muy detallista y sigo manteniendo el detalle siempre, como a mí me gusta. Eso es la vida en Japón, siempre tiene que ser así, puntual, honesto y limpio. Siempre respetamos la estación y estacionalidad de los productos.

Ahora estoy encontrando algunos productos, no sé si es nativos, pero el topinambur (oriundo de América del Norte también se lo conoce como papa alcachofa, alcachofa de Jerusalén o Girasol de Canadá) es muy interesante y lo encuentro en cualquier lugar de El Bolsón.

Cocinando en Argentina, ¿pudiste notar un crecimiento en el interés del público argentino respecto de la cocina japonesa?

Si, la verdad que sí, hace 17 años que estoy acá y loa primeros años me costó o nos costó bastante transmitir las ideas tradicionales, porque estaban acostumbrados a consumir lo mismo, lo clásico. No querían salir de salmón con queso y el sushi. Creo que la gente viaja o se informa  t así van conociendo nuevos sabores, nuevas experiencias.

¿La idea es montar tu propio restaurante?

No, porque me demanda mucho tiempo. La idea consiste en seguir trabajando en eventos, y sigo asesorando un restaurante del barrio de Palermo, en la Ciudad de Buenos Aires. Y además doy clases particulares. Me parece que es lindo tener un restaurante, pero eso implica quedarse en un solo lugar y no puedo transmitir lo que quiero.

¿Cuál es la materia prima que más te gusto de las que encontraste en la Patagonia?

Estoy aquí hace cuatro meses y me gustan los hongos. Soy muy fan y estoy yendo al bosque a juntarlos. Estoy aprendiendo cuales son los momentos, porque hay que esperar las lluvias.

Por ahora, estoy con los de pino y algunos hongos más, pero trato de preguntarle a los que conocen. A veces nos juntamos con los cocineros de Bariloche y me enseñan.

La verdad que es un mundo aparte, del que conocemos poco, es otro reino, no es una carne, no es un vegetal, es extraordinario.

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