“Abracadabra”…un salteado chino que te vuela el mate
O mejor dicho la cabeza si queremos los prolijos de la lengua, o la testa si querés leer en italiano, o el coco, el balero o el marote si nos enardecemos con el lunfardo. Pero no entendemos; el términos de los glotones se trata de un plato de sabores recónditos, misterioso, que enamora.
Ya llegaremos a él aunque primero cierta información acerca del por qué de su nombre o bautizo…
Como recordó hace apenas unos días la británica BBC: Tal vez, te la presentaron como una palabra mágica cuando apenas estabas aprendiendo qué era la magia; pronto entendiste que apenas se pronunciaba ocurría algo inesperado: aparecían o desaparecían cosas, cambiaban de forma o color o se movían solas…El Diccionario de la Real Academia, por ejemplo, te dice qué es, pero no qué significa: «Palabra cabalística a la que se atribuyen efectos mágicos»…El Oxford English Dictionary desde su primera edición de 1884, dice que el origen de la palabra abracadabra es «desconocido».
Varias conjeturas sitúan el origen de abracadabra en el inicio de la tradición judeo-cristiana. La esotérica palabra podría derivarse de frase hebreo-aramea avra gavra, que, según el Antiguo Testamento, fue lo que Dios dijo en el sexto día: «Crearé al hombre».
Otra dice que quizás provenga del arameo avra c’dabrah o del hebreo abra kedobar, que significan «creo con la palabra» o «sucedió tal como fue dicho». Se trata de «una máxima talmúdica que expresa la creencia de que el habla tiene el poder de causar que el mundo exista…Así que el mero hecho de pronunciar una palabra o nombrar algo puede instigar su creación…
Ahora sí.
Hace unos pocos días uno de los tomateros concurrió a La cocina de Juance, que no por amigos su cocinero y acompañantes, el también chino conocido como Capitán Palito y el criollo Alfredo, volvemos a decir, la mejor coquinaria china de Buenos Aires.
La mayor parte de sus comensales va por su platillos para llevar o los encarga desde sus casas pero hay quienes, entre ellos nosotros, les encandila el acodarse a una de las dos mesas altas que entran en el local y cumplir con el rito de aquella cantina de medianoche en Tokio – de la serie japonesa – pero china y en el barrio porteño de Almagro.
Llegamos pues y como es habitual, no consultamos la carta. Tan solo aguardamos en variopintas conversas por el resultado de la inspiración de Juance Lin; descorchando mientras tanto nuestros tintos o lo que fuere para el sagrado cáliz del beber en convivio.
Y así fue. Primero unos encurtidos de repollo, para el refresco. Ciertas empanadillas que vimos nacer como pasta desliza dentro del wok, de vegetales y carnes. Otras verduras pero salteadas. Algunos opus de tofu casero ahumado y…algo más, así como para estar alertas, hasta que llego…
Una bandeja sobria con combinación de colores y olores. Al primer palito, la sorpresa. Al segundo, la pregunta: ¿de qué se trata?
Hongos decían al Oriente. Qué no, que son extraños calamares. ¿Calamares? De ninguna manera, mientras los palitos continuaban, el picor nos enamoraba y el apetito por el comer sublime actuaba como ensalmo, por arte de magia.
El salteado Abracadabra, que así fue bautizados su por su condición mágica, casi cabalística, se presenta en láminas de riñón porcino en cocción a llama fuerte bajo el wok con variantes como pócimas de salsas diversas de soja y picantes, y recortes verdes…
Sí amigos y amigas…Vayan por la noche a La cocina de Juance (Salguero 537) o pidan a través de sus redes sociales y el WhatsApp 11-5386-1298.
Y pronunciá la palabra mágica…Abracadabra…
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