Nace en Madrid una prometedora universidad especializada en gastronomía

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Antonella De Santis

Es la MACC y sus mentores son dos cocineros de fama mundial: Ferran Adrià y Andoni Luis Aduriz. Desde que cerró su restaurante el Bulli, Ferran Adrià está más ocupado que nunca. No bastaron exposiciones, conferencias universitarias, discursos en congresos de alta gastronomía y avistamientos en tertulias de hospitalidad.

El gigantesco proyecto Sapiens y la Bullipedia, de la que siguen apareciendo volúmenes uno tras otro, no bastaron, ni bastaron para transformar el antiguo restaurante en un museo para exponer toneladas de material documental.

Ferran, el incontenible, continúa su labor de revolucionar la gastronomía con impulso propio. Y después de haberlo hecho en el ámbito de la restauración, componiendo su sueño en una leyenda, ahora, casi 30 años, pretende empezar desde lo básico, desde la formación.

Lo hace con otro genio (in) discutible de la cocina española, Andoni Luis Aduriz, de Mugaritz, uno de los chefs contemporáneos más influyentes, capaz de convertir conceptos en recetas.

El vasco es uno de los alumnos favoritos de Adrià y juntos son los animadores del MACC, o Campus Culinario de Madrid, un instituto creado por la Universidad Pontificia Comillas, en colaboración con Vocento, agencia de comunicación y deus ex machina de todos los congresos de cocina de España.

El MACC parece actuar como homólogo del BCC, el Basque Culinary Center, otro centro fundamental de formación gastronómica.

El nuevo campus, sin embargo, da un paso más, posicionándose como campus universitario en todos los aspectos, dotando a los estudiantes de una titulación que Enrique Sanz, rector de la Universidad Pontificia de Comillas, define como un título oficial único en el mundo, añadiendo que, gracias a la excelente formación que ofreceremos en MACC, la gastronomía podrá actuar como motor de crecimiento económico y social.

El trabajo realizado por la Fundación el Bulli y el desarrollo de la metodología Sapiens dan el marco al camino de estudios, con un programa que combina formación, creación e intercambio gastronómico, en el que participan profesores de Harvard o MIT.

El MACC, operativo a partir del próximo septiembre, será un lugar de pensamiento y debate, porque la universidad debe hacer pensar a los profesionales, en palabras de Ferran Adrià.

El plan de estudios incluye la gestión empresarial en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales (Comillas ICADE), un tema sin el cual no puede existir la creatividad, comenta el chef del Bulli -, y agronomía y sostenibilidad en el Escuela Superior de Ingeniería Agrícola y Agroambiental (INEA).

Y luego maestrías y especializaciones para formar un programa educativo estructurado. La sede son dos edificios de nueva construcción cerca de la estación de Chamartín, en el norte de Madrid, un importante proyecto urbanístico. Un testimonio más de cómo los primos españoles se toman en serio la gastronomía.

Texto tomado de la revista italiana Gambero Rosso.

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