“Torcidos”, rones, estaños… y ciertos vinos

Pocos rincones del planeta son tan a propósito de encuentros, congresos y tenidas de distintos tipos acerca habanos, de amatorias entre el tabaco y el beber, y de barras en bares, que del espíritu que encierra el alcohol añejo tanto saben, como la isla de de Cuba, ubicada en el corazón mismo del mar Caribe

De ahí que en Tomate nos convocara un texto de la agencia de noticias Prensa Latina, que cuenta lo siguiente.

Tuvo lugar en la mayor de las Antillas un Primer Concurso Habano-Sommeliers Juan José López In Memoriam, para decantar y promocionar las vinculaciones sutiles entre el tabaco insular Premium y los vinos de las más diversas variedades y gamas.

El evento consagrado en el Hotel Habana Libre evocó a un importante catador de puros cubano, quien trabajó durante muchos años en la corporación internacional Habanos S.A. El certamen apuntó a estar nuevamente en la palestra el próximo año, presente en la XXIII edición del Festival del Habano (febrero de 2023).

Participaron 17 concursantes y el ganador resultó Laramis Mostaza, de La Habana. El presidente de la Asociación de Sommeliers de Cuba (ASC), Juan Jesús Machín, mencionó la profesionalidad de todos al exhibir sus conocimientos y dedicación en el difícil arte del maridaje o la alianza entre los habanos, las bebidas y los alimentos.

La cita contó con la presencia de la Junta Directiva de la International Bartenders Association (Asociación Internacional de Bartenders-IBA), cuando Zoe Nocedo, Premio Habano en Comunicación y Mujer Habano 2019, disertó sobre Juan José López.

Hijo de tabaquero (falleció en 2021), López continuó la obra de su padre, mediante diversos oficios en la industria del torcido, para luego graduarse de ingeniero químico, investigador auxiliar, subdirector y laborar además como director de la vice dirección industrial del Instituto de Investigaciones del Tabaco, aseguró.

Por muchos años presidente de la Comisión de Cata del Grupo Empresarial Tabacuba, creó todas las comisiones de evaluación sensorial de las fábricas de tabaco y de cigarrillos en Cuba.

Fue catalogado como excelente maestro que dejó su huella en el libro de Elaboración de Tabacos Torcido para la Exportación, y en cada uno de los graduados en los diplomados de Habanos desde 1999, en la metodología para la degustación del tabaco.

El siglo XX de América Latina comenzó con una revolución legendaria, la de México (1910), anterior a la de Octubre en la Rusia zarista. Ambas tuvieron un mismo legendario cronista: John Reed, el estadounidense autor de los libros México insurgente (1914) y Diez días que conmovieron al mundo (1919).

Pero la acontecida en Cuba fue la que más conmovió en sus primeros años a la región y al mundo: fue la única revolución plebeya y transformadora de los cimientos económicos y de clases sociales que perduró en el tiempo, y en contexto de continuas dificultades, muchas de ellas consecuencias de la propia experiencia histórica pero siempre también, debido a los intentos de injerencias y a los bloque de Estados Unidos y el orden global hegemónico.

Es en ese marco histórico que los gobiernos cubanos que surgieron de la revolución liderada por Fidel Castro (1926-2016) lograron el impulso educativo y científico técnico más importante de la región.

Cuando la reciente pandemia COVID 19, Cuba fue el único país latinoamericano y del Caribe que logró desarrollar y producir una serie de vacunas propias.

De la misma forma, y desde un principio, pusieron su atención en actividades productivas como las del tabaco y el ron – de legendarias calidades en la Isla -, con una doble intencionalidad: la conservación y desarrollo de las mismas como entidades del patrimonio cultural y en tanto áreas que, con el turismo, puedan sustentar la economía nacional, tantas veces puesta en jaque desde 1959 a la fecha.

Así es entonces que una serie de prácticas y saberes se organizan en La Habana y otras ciudades del país, relacionadas con esos enfoques.

La misma agencia Prensa Latina acaba de dar cuenta de una de ellas.

La junta directiva de la Asociación Internacional de Bartenders (IBA), así como presidentes nacionales de la organización en unos 60 países, visitaron la Ronera San José.

La actividad formó parte del programa del 69 Campeonato Mundial de Coctelería que se desarrolla en noviembre en el hotel Meliá Internacional Varadero, del reconocido balneario cubano.

Los visitantes fueron recibidos en la casa de la marca Havana Club por el Maestro del Ron Cubano Asbel Morales y por el Aspirante a Maestro Osmany Cardentey.

También degustaron el Havana Club Don Navarro, el más reciente lanzamiento de la marca, un homenaje al Primer Maestro del Ron Cubano José Pablo Navarro, fallecido hace dos años.

Don Navarro llegará a sectores exclusivos del mercado, con una edición especial de unas mil botellas anuales, destacó recientemente la especialista en Comunicación y Relaciones Públicas de esta entidad con capital mixto cubano y francés, Venus Carrillo.

Precisamente, este espirituoso constituye un tributo de la marca y del movimiento de Maestros y Aspirantes del Ron Cubano a Navarro, considerado el creador del ron oscuro moderno y del Havana Club 7 Años.

Un hombre que marcó un antes y un después en las maneras de fabricar los espirituosos, poniendo en marcha la técnica denominada añejamiento continuo.

Esto permitió reaprovechar las bases usadas en la realización, y lograr así una línea de rones extrañejos, explicó Carrillo.

Como parte de esta segunda jornada del 69 Campeonato Mundial de Coctelería, los visitantes intervienen en dos Master Class sobre Havana Club, conducidos por los Embajadores Globales de la Marca Audrey Hands y Alfredo Guerra.

De igual manera, forma parte de la agenda de esta edición del campeonato mundial de la IBA el intento de un nuevo Récord Guinness al recrear el cóctel Adán y Eva, el más grande del mundo, mérito del cantinero cubano Sergio Serrano, campeón mundial en 2003.

También están en disputa premios en varias categorías, entre ellos el Cantinero mundial del año 2022.