El ’23 por sus tetas: con la Copa, el Quijote y café

TOPSHOT - (COMBO) This combination of pictures created on December 18, 2022 shows Argentina's forward Lionel Messi (L) holding the World Cup trophy after beating France during the Qatar 2022 World Cup final football match at Lusail Stadium in Lusail, north of Doha on December 18, 2022 and Argentina's captain Diego Armando Maradona (R) holding the World Cup trophy won by his team after a 3-2 victory over West Germany on June 29, 1986 at the Azteca Stadium in Mexico City. (Photo by Anne-Christine POUJOULAT / AFP)
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Porque estás que te vas, y te vas, y te vas, y te vas. Y te vas, y te vas, y no te has ido. Y yo estoy esperando tu amor, esperando tu amor, esperando tu amor, o esperando tu olvido. No me amenaces, no me amenaces. Si ya fue tu destino olvidar mi cariño, pues agarra tu rumbo y vete; pero no me amenaces, no me amenaces.

Víctor Ego Ducrot

No es para ella (o para él según quien la entonces) y tal cual nos amaestraría José Alfredo. Pues pues no manito; sino para el ’22. Si bien los argentos humanos y Pejes todos nos desgañitamos de alegrías con aquello de y al Diego…desde el cielo lo podemos ver, con Don Diego y La Tota…alentándolo a Lionel…igual del año que pianta nos despedimos sin murrias, que mejor fue haberte vivido que tan sólo espiarte desde el silencio, sobre la yacija doliente, ni que decirte lejos, en la sepultura.

Así que entonces, para para las galas decembrinas y el ’23, al pie del aldabón, reciban todos ustedes, amigos, vecinas y hasta demonios del enemigo, los más altos deseos de este Peje para el diciembre en despedida y el enero en arribos, celebrantes sean del Cristo, del Templo Antiguo, del sable de Alí, ácrata o, tal cual por estos lados, hereje entre los ateos, pues la fe no es asunto para los pescadillos y sus enamoradas entre retozos alumbrados allá por el Tuyú; ni qué les cuento para el nuevo lunario que nos llega.

Así entonces y por siempre, con la honra y respetos que merecéis, tanto que ya nos volveremos a encontrar tras algunas breves jornadas de retozo al sol y sobre la arena, este texto surge porque sí, porque a veces las letrillas deben ser hijas del capricho que cantan los timbales, el mismo que si son ellas las escribidoras las que así se imponen son los antojos y por sus tetas

En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera…

Yo sé que ahora no faltarán quienes miren con caras extrañas y ni que hablar de otros tarareando yo sé que estoy piantao, piantao, piantao…Yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrión; y a vos te vi tan triste… ¡Vení, volá! ¡Senti!El loco berretín que tengo para vos, por eso de que durante el estío se debe comer liviano, como si el gusto pudiese pesarse…

¡Pito catalán! Cómo olvidar en estos días al creador de la lengua; quizás con esta receta: si son dos los comensales – pero recordad que donde comen dos, comen tres o…-, en zaragüelles o en basquiñas, qué más da del verbo dar; cuatro huevos gallináceos, panceta de chancho no importa si malevo o bonachón y chistorra, que si no la hay por tan manchega ella que es, pues entonces de la nuestra salchicha parrillera refocilada entre ajos y pimentón.

Picadillo al hacer con las carnitas de la charcutería, para revolverlo entre aquellos huevos que se estrellan sobre sartén que pela y untada con aceite de oliva. Entonces sal y pimienta y una lluvia final de perejil, como el que podría entonar si lo verde tuviera otro nombre debería llamarse rocío, si pudiera crecer desde el agua volvería a la infancia del rio. En el verde laurel de tus ojos el misterio del bosque se asoma y la vida otra vez vuelve a flor de tu piel. Un pan del mejor que cruja y ni decirles me atrevo que si no danza en copas el mejor tinto que gusten o puedan, el pecado vuestro no tendrá redención.

El platillo que como revuelto suena es el que don Miguel nombra con su magia tal cual Duelos y Quebrantos…Y para más lueguito, en derredor de la mesa a empelotarnos amigos y amigas para que en modestas y hasta si se quiere candorosos Saturnales, sin ofender pudores algunos ni vecindades, a la ronda y de viva voz mientras la ambrosía africana cuela con azúcar.

Aquí tamo tó lo negro que venimos a rogar que nos conceda permiso para cantá y bailar. ¡Ay mamá Inés! ¡Ay mamá Inés! Todo los negros tomamo café. ¡Ay mamá Inés! ¡Ay mamá Inés! Todo los negros tomamo café. Pero Belén, Belén, Belén adonde anda tú metía, que en to Jesús María yo te buscá y no te encontrá. !Ay chico sí! Yo estaba en casa e madrina que ayer me mandó buscá, en el solar de la esquina que ella vive en el manglar. ¡Ay mamá Inés! ¡Ay mamá Inés! Todo los negros tomamo café…Pues hasta aquí mis amores y desamores, mi amigos y enemigos, que como antes les batía ¡salud para todomundo!

Y prontito nos vemos, tras los Reyes supongo, o antes, porque como el del fuelle divino, el gordo Troilo, decía, nunca me fui, siempre estoy volviendo…¡Y otra vez salud!…¡Bebed todo lo posible (o aconsejable)!

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