El huevo frito y el riesgo de los recuerdos

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 Pocas veces un plato fue abordado con tanta perfección a través de la razón poética, quizá sólo esa vez; cuando el poeta único, Edgar Bayley (1919 –1990) escribió…

La sartén

una sartén poco usada

sirve a veces para estallar

el aceite y el huevo

para estallar el blanco

el rojo

el amarillo

por calor de una llama

silenciosa

 

sirve el mango también

y el pulso de quien pone

en el plato el huevo embebido

en aceite y unas papas

 

una sartén usada sólo en ocasiones

sirve para el huevo y las papas

y cuando la fregamos y lavamos

advertimos el riego de acordarnos

de embarcarnos de nuevo

en una sartén poco usada

 

Y cómo no incluir en esta entrega de Lecturas aquél otro de sus tantos poemas, inolvidable…

Es infinita esta riqueza abandonada…que además podrán oírlo desde su propia voz, gracias a un breve video editado por su nieta, la teatrista Victoria Eandi…

esta mano no es la mano ni la piel de tu alegría

al fondo de las calles encuentras siempre otro cielo

tras el cielo hay siempre otra hierba playas distintas

nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada

nunca supongas que la espuma del alba se ha extinguido

después del rostro hay otro rostro

tras la marcha de tu amante hay otra marcha

tras el canto un nuevo roce se prolonga

y las madrugadas esconden abecedarios inauditos islas remotas

siempre será así

algunas veces tu sueño cree haberlo dicho todo

pero otro sueño se levanta y no es el mismo

entonces tú vuelves a las manos al corazón de todos de cualquiera

no eres el mismo no son los mismos

otros saben la palabra tú la ignoras

otros saben olvidar los hechos innecesarios

y levantan su pulgar han olvidado

tú has de volver no importa tu fracaso

nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada

y cada gesto cada forma de amor o de reproche

entre las últimas risas el dolor y los comienzos

encontrará el agrio viento y las estrellas vencidas

una máscara de abedul presagia la visión

has querido ver

en el fondo del día lo has conseguido algunas veces

el río llega a los dioses

sube murmullos lejanos a la claridad del sol

amenazas

resplandor en frío

no esperas nada

sino la ruta del sol y de la pena

nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada.

 

Del sitio Centro Virtual de Arte Argentino tomamos la siguiente reseña.

En 1944, Edgar Bayley forma parte del grupo creador de la revista de artes plásticas y poesía Arturo, primera expresión importante del arte abstracto en la Argentina y el acontecimiento fundacional del arte concreto. En esta publicación, que tuvo un único número, Bayley integra el comité editorial junto a Carmelo Arden Quin, Gyula Kosice y Rhod Rothfuss, y publica, bajo el título Tres Poemas: “Estreno escurre”, “Primer poema en ción” y “Segundo poema en ción”, escritos en marzo de ese año. Participa también con un artículo en el que habla sobre la abstracción, aboga a favor de la imagen invención y se pronuncia en contra de todo simbolismo, realismo, expresionismo o romanticismo.

En 1945 el grupo publica el cuadernillo Invención 2, en el que se reproducen además de poemas, un cuento y un ensayo de Bayley. En este ejemplar se expone su manifiesto “La batalla por la invención” en el que expresa que la obra de arte no es una representación o imitación de la realidad sino una invención de “nuevas realidades”. De este modo, Bayley se manifiesta en oposición a la poesía predominante de aquel momento.

En noviembre de ese mismo año participa de la creación de la Asociación Arte Concreto-Invención, que agrupa sobre todo a artistas plásticos como su hermano Tomás Maldonado, Alfredo Hlito, Claudio Girola, Enio Iommi, Raúl Lozza, y la pintora Lidy Prati, pero también al poeta Simón Contreras, nombre literario que usó en algunas ocasiones Juan Carlos Lamadrid. Además interviene con textos sobre el concepto de invención en un panfleto que se publica en ese momento.

En febrero de 1946 redacta para la revista Orientación, un extenso artículo explicativo bajo el título “Sobre Arte Concreto”.

En marzo suscribe el manifiesto invencionista, publicado en ocasión de la primera exposición que el grupo realiza en el Salón Peuser de Buenos Aires. En este contexto Bayley lidera una enfática arremetida con el fin de afirmar el valor autónomo del poema y de la obra de arte, buscando con esto algo más que un simple cuestionamiento de la noción de poesía y arte.

En agosto aparece el Nº 1 de la revista Arte Concreto-Invención, de la que integra el comité de redacción junto con Simón Contreras, Alfredo Hlito y Raúl Lozza. En esta revista publica “Semejante al acaso por las tardes” –prosa poética– y el poema “Persuadir el límite”. Además escribe “Sobre Invención Poética”, en el que afirma que el poema es un acontecimiento de la vida mental y no una representación de la realidad y en el que postula un modo diferente de expresar la poesía. Aparte, la revista está acompañada por un suplemento dedicado exclusivamente a la poesía, a cargo de Bayley y Contreras.

También va a participar en Arte Concreto-Invención Nº 2 publicada en diciembre de 1946 bajo la denominación de Boletín, con fragmentos de su conferencia “Introducción al Arte Concreto” pronunciada el 5 de septiembre de 1946 en el Centro de Profesionales Diplomados.

En 1947 ocupa el cargo de Segundo Jefe en la Biblioteca de la Caja de Ahorro y Seguro, puesto que conserva hasta su jubilación en el año 1980.

Un año más tarde, Bayley escribe para el Nº 1 de la revista Ciclo el artículo “Nuevas realidades” y colabora en forma permanente con la revista Contemporánea, que dirige Juan Jacobo Bajarlía. En 1949, mediante un préstamo de la Caja de Ahorro, logra publicar su primer libro de poemas En común. En ese mismo año se casa con Matilde Schmidberg y es nombrado secretario junto a Juan Jacobo Bajarlía de la “Orden del lunar”, agrupación de la que el artista Juan del Prete es presidente y que nuclea a pintores y escritores de vanguardia.

Al año siguiente, Bayley publica varios textos en el primer número de Poesía Buenos Aires, revista que, seis años más tarde, codirigirá con Raúl Gustavo Aguirre, desde el número 21 al 24. En este año nace su hija Susana y se recibe de bibliotecario en la Escuela de Servicios Sociales de la Universidad del Museo Social Argentino.

En 1951 dirige junto a Juan Carlos Lamadrid los tres números del boletín de poesía Conjugación de Buenos Aires y estrena su pieza teatral Burla de Primavera. También, para teatro, escribe Farsa de Isopete y el Sastre y al siguiente año funda y dirige el grupo Teatro Contemporáneo. Más tarde, con edición de Poesía Buenos Aires, publica Antología de la poesía nueva, que contiene obras de autores relacionados con el invencionismo.

Durante esta década, Bayley estará en contacto con poetas más jóvenes como Raúl Gustavo Aguirre, Mario Trejo, Alberto Vanasco y habrá iniciado la intensa amistad que de ahí en adelante mantendrá con los surrealistas Aldo Pellegrini, Juan Antonio Vasco, Enrique Molina y Francisco Madariaga.

En 1953 comienza a frecuentar la casa de Oliverio Girondo y Norah Lange y escribe la pieza teatral Dulioto que se representa tiempo después. También Ediciones Poesía Buenos Aires publica una selección de trabajos de cincuenta autores contemporáneos, en la que Bayley figura en la categoría “poetas del espíritu nuevo”. En este año nace su hijo Edgardo y estrecha su relación con los poetas surrealistas de la revista Letra y Línea.

En 1954 Ediciones Poesía Buenos Aires le dedica uno de sus cuadernillos de la colección “Poetas Argentinos Contemporáneos” además de publicar el cuaderno Guatemala con poemas de Bayley, Francisco Urondo, Miguel Brascó, Ramiro de Casasbellas y Trejo entre otros. Este cuadernillo fue concebido como protesta y denuncia por la invasión del coronel Castillo Armas a ese país centroamericano, con el respaldo de Estados Unidos, marcando el compromiso político de los poetas de vanguardia.

En 1955, en la editorial Nueva Visión, dirige la colección “Poesía y literatura” para la que realiza traducciones de trabajos de Herbert Read y Gaëtan Picon, entre otros, además de desempeñarse como secretario en la revista Nueva Visión, creada en 1951 por Maldonado, Hlito y Carlos Méndez Mosquera.

Dos años más tarde la Universidad Nacional del Litoral organiza la Primera Reunión de Arte Contemporáneo en la que Bayley participa como invitado. Las ponencias son publicadas por la universidad en un libro en el que se incluye “En torno a la poesía contemporánea: la poesía como realidad y comunicación”, que posteriormente es añadida con modificaciones al volumen Realidad interna y función de la poesía.

En 1958, durante el gobierno de Arturo Frondizi, cumple funciones en la Secretaría de Cultura de la Nación, a cargo de José Babini. También aparece otro libro de poemas, La vigilia y el viaje.

En 1960 se estrena en el Teatro Municipal de Merlo su versión de Juan Moreira y al año siguiente se edita, bajo el título La vigilia y el viaje, un volumen que reúne su obra poética: En común, La vigilia y el viaje y Ni razón ni palabra.

Un año más tarde trabaja como bibliotecario en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires y en julio de 1963 se publica el primer número de la revista Zona de la Poesía Americana,en la que Bayley figura como editor junto a Miguel Brascó, Ramiro de Casasbellas, César Fernández Moreno, Julio E. Lareu, Noé Jitrik, Jorge Souza, Paco Urondo y Alberto Vanasco. Más tarde aparece Antología interna 1950-1965, ordenada por Fernández Moreno, Jitrik y Urondo, con poemas de ellos tres, de Bayley, Brascó, Casasbellas y Vanasco.

En 1966 reúne sus ensayos escritos hasta ese momento en Realidad interna y función de la poesía. Un año más tarde, junto a Carlos Latorre, Julio Llinás, Francisco Madariaga y Aldo Pellegrini, forma parte del comité consultivo de la revista La rueda que, editadapor Jorge Souza, tendrá un solo número aparecido en julio.

En 1968 publica El día, otro conjunto de poemas que ocho años después quedará incluido junto con Celebraciones (escrito entre 1968 y 1976) en Obra Poética. Los relatos El Dr. Pi Torrendell aparecen en 1971, y más tarde Todo el viento del mundo, con grabados y diagramación de Libero Badii. En el año 1977 recibe el Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía.

En los últimos años de la dictadura, Bayley se convierte en un promotor de diversos encuentros que incluyen lectura de poemas, charlas y debates en donde se vinculan poetas de distintas épocas y tendencias, impulsando así el descubrimiento de nuevos autores y propuestas.

En 1981 edita Nuevos poemas y un año después Alguien llama y Antología personal, también de poesías, y los relatos Vida y memoria del doctor Pi y otras historias. Una selección de sus poemas con prólogo de César Fernández Moreno aparece en 1985 publicada en Francia bajo el nombre de Anthologie. En 1989 publica su segundo ensayo Estado de alerta y estado de inocencia y durante los meses de octubre y noviembre recorre los Estados Unidos invitado por universidades y centros culturales para dictar conferencias y leer sus poemas.

A lo largo de su extensa trayectoria colabora además con los diarios La Nación, Vigencia, Clarín, La Prensa, La Opinión, Tiempo Argentino –todos de Buenos Aires–, El litoral (Santa Fe), La Gaceta (Tucumán) y las revistas Cabalgata, Reunión, Cinedrama, A, Fichero, Siete Días, Macedonio, La Tabla Redonda, Diario de Poesía –todas de Buenos Aires–, Poesía y Poética (Santa Fe), El Lagrimal trifurca (Rosario), Boteghe oscure (Roma), Courrier du Centre Internacional d’Etudes Poètiques (Bruselas), Folha de Minas (Belo Horizonte), Sul (Florianópolis), Escandalar (Nueva York), Ecuatorial (Londres) y Eco (Bogotá).

Fallece en Buenos Aires el 12 de agosto de 1990.

Los dos poemas volcados en este texto fueron tomados de la edición de Poesía Completa de Edgar Bayley (Editorial Turkestán; La Plata; 2011), a cargo del inolvidable Pablo Ohde.

Pablo Ohde nació en La Plata en 1970. Sus padres se exiliaron en Barcelona cuando tenía seis años. Regresó a la Argentina en 1985 y diez años después fundó la editorial Turkestán. Publicó tres libros de poesía: Atlante (1997), Panteo (2009) y La Eva de las tres muertes (2011); también uno de prosa: Los cuentos del señor Cornely (2011). En el 2013 la editorial Paradiso publicó su Obra reunida. Falleció a la edad de 42 años.

En la contratapa de la edición de Poesía Completa…Pablo Ohde escribió:

La obsesión del Poeta es el tiempo, la obsesión de la Poesía (heredada o atenazada) es el lugar que la Poesía ocupará en el Tiempo.

En las categorías del arte, algunos hombres se muestran sobresalientes, creando así un nuevo círculo que aún no se conforma. El hombre lúcido nos sueña y presagia “no terminará nunca es infinita esta riqueza abandonada”.

Edgar Bayley, argentino, sí, argentino. Referencias: Gigante, Poeta, Creador del Invencionismo, Pionero de la Vanguardia Poesía Buenos Aires y autor de de un haz de libros esenciales para el castellano. Pero lo más importante, no es saber que Bayley vivió en el siglo XX, sino que escribió para nosotros, los moradores del siglo XXI. Ahora su Poesía es más clara, transparente, fundacional.

Gran parte de sus poemas son para el inicio de esta Época, otros están signados para la lírica de las décadas postreras. Los que seguimos su rumbo, los que lo hemos leído, sabemos que Bayley escribía sobre Lo Futuro.

 

 

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