La vuelta al mundo en 7 sánguches pero olvidaron el “chori” y la “milanga”
Contra todo bobo chovinismo culinario nos pronunciamos pero no podemos desde aquí dejar sin menció a los de milanesa y a los choripanes, aunque imperdible suena la vuelta al mundo en siete sánguches que hace pocos días propuso Michelle López, de esa muy buena revista que es Gourmet de México…Vuelta al mundo de la cual tomamos un selección de párrafos.
Empezó su recorrido en Chile, la cuna del chacarero, un sánguche gigantesco de carne de vaca o pavo, queso y tomate y generoso que lleva carne de res o pavo, queso y tomates.
En Estados Unidos, en Filadelphia, Pat y Harry Olivieri crearon el cheesesteak, un delirio de steak y cebolla, cubiertos con delicioso queso derretido, todo esto bien resguardado dentro de un pan tipo hoagie (de miga). Es gigante, fuerte, determinado.
En Portugal, la francesinha es una belleza que lleva jamón o chorizo, todo bañando en una salsa de cerveza y whiskey. ¡Pero eso no es todo! También va gratinado. ¡Y aún hay más! Encima del queso lleva un huevo. Definitivamente no hay mejor manera de pecar.
Sudáfrica. Allí podrás encontrar el Gatsby. Otra preparación de tamaño generoso. Consiste en un pan italiano relleno de lascas de carne, papas a la francesa y lechuga; además lleva un aderezo de kétchup y piri piri, un tipo de pimiento picante.
Puerto Rico. Los boricuas saben de carne, y la tripleta es prueba contundente. Esta delicia contiene pollo a la parrilla, carne de vaca y jamón, todo dentro de un pan endulzado. Lo podés condimentar con mayonesa, kétchup o mostaza.
Aunque al pasar por cualquier cafetería de Italia seguramente te has topado con infinidad de emparedados que se hacen llamar panini, sólo uno puede ostentarse como auténtico. El panino italiano en su estado puro viene resguardado en dos gruesas rebanadas de pan crujiente, dentro de las cuales hallarás queso derretido, tomate y pesto.
Turquía es el país del doner kebab – versión a lo Bizancio del shawarma de Medio Oriente -; es uno de los platillos más comunes entre los turcos y sus vecinos; podes encontrarlo en puestos de la esquina y en los restaurantes más lujosos de Estambul. La combinación de cordero, vegetales y yogurt es tan sorprendente como irresistible.
Si los mexicanos nos curamos la cruda – guayabo o resaca después de una velada etílica – con taquitos, los cubanos lo hacen con la medianoche, una creación con jamón, carne de cerdo, queso, mostaza y pepinillos dentro de un dulce pan tradicional cubano. Este sándwich no puede faltar en La Habana tras una noche de buena fiesta.
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