Que el sándwich Philly Cheesesteak indigeste y lleve al hospital al tal Trump

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Ojala, si es cierto lo que dicen acerca de ese emparedado tan popular en Estados Unidos que no hay político ni politicastro en campaña electoral que lo rinda pleitesía, con la ilusión de así caerles en gracia a los votantes más humildes a los trabajadores, a las clases medias.

Se trata de un bocado a base de carne salteada, cebolla frita y queso fundido, casi emblema del comer cotidiana en Filadelfia, distrito clave para quien aspire a la Casa Blanca, que debe estar veteada en color sangre por las tantas masacres que patrocina y decide en el globo.

Todos los candidatos deben pasar por allí y pedir el sándwich más político de Estados Unidos frente a la cámara. Kamala Harris realizó el ritual electoral-gastronómico el pasado mes de mayo, mientras que Donald Trump pasó por allí el año pasado y también fichó en 2016. Los últimos candidatos a la Casa Blanca no pudieron escapar: Barack Obama, Hillary Clinton y Joe Biden se ensuciaron las manos con el bistec con queso.

Vean lo que publicó The Independent, de Londres, respecto de tema que sobrevuela sobre las páginas internacionales que siguen el proceso electoral estadounidense, a pocos días de su desenlace.

¿Por qué odian el queso suizo?: el comentario de Vance que podría costarle Pensilvania a los republicanos. El grupo de republicanos contra Trump publicó en su cuenta de X: “Trump acaba de perder Pensilvania”.

Vance – candidato a vice de Trump – fue acusado de supuestamente cometer un crimen contra la humanidad después de pasar por un famoso restaurante de sándwiches tipo Philly cheesesteak en Filadelfia y preguntar por qué no tenían queso suizo…¿Por qué lo odian?, dijo.

El candidato republicano a la vicepresidencia hizo la broma en el restaurante Pat’s King of Steaks durante una parada de campaña, luego de un discurso en una instalación de gestión de residuos.

El restaurante Pat’s fue fundado por dos hermanos en 1930 y se atribuye el mérito de ser el “creador e inventor del sándwich de filete y queso”. Para la preparación, solo utilizan queso americano, provolone o cheez whiz.

“No lo odiamos (al queso suizo), simplemente no lo utilizamos. Solemos usar cheez whiz”, respondió el empleado que tomó el pedido de Vance.

Vance parece haber hecho referencia a propósito al famoso desliz de John Kerry durante su campaña presidencial de 2004, cuando pidió el sándwich con queso suizo, durante una visita a Pat’s.

Kerry perdió las elecciones frente a George W. Bush, que obtuvo el 48,3 % de los votos.

Si bien el representante de Pat’s, Sammy García, mostró una actitud relajada ante la ocurrencia y afirmó al Philadelphia Inquirer que “fue gracioso”, los demócratas, el grupo de republicanos en contra de Trump y los usuarios de las redes sociales arremetieron contra Vance.

El representante demócrata de Filadelfia, Brendan Boyle, publicó en X: “J. D. Vance cometió un crimen contra la humanidad”

Mientras tanto, la cuenta del grupo de republicanos contra Trump escribió una crítica simple: “Trump acaba de perder Pensilvania”. “Hundió su propio barco”, añadió otra persona. “Es más raro de lo que pensábamos”, añadió otro, retomando la frase acuñada por Tim Walz de que los republicanos son “raros”.

La aventura del sándwich llega en un momento en el que Donald Trump y su compañero de fórmula han hecho varios comentarios polémicos y han protagonizado momentos estrambóticos mientras aceleran su campaña hacia la Casa Blanca.

Un día antes, Vance generó confusión al comparar a la vicepresidenta Kamala Harris con el difunto pederasta Jeffrey Epstein en una alocada entrevista en Fox News Sunday.

“Dar a Kamala Harris el control sobre la política de inflación es como dar a Jeffrey Epstein el control sobre la política de trata de personas”, formuló Vance a la presentadora Shannon Bream, antes de afirmar que las encuestas que muestran que él y Trump van por detrás de Harris son “falsas”.

En una entrevista en Fox News en 2021, que resurgió desde que fue elegido como compañero de fórmula de Trump, Vance afirmó que Estados Unidos estaba siendo dirigido por “un montón de señoras con gatos sin hijos que se sienten miserables con sus propias vidas”.

En general, las encuestas nacionales han mostrado que Harris aventaja a Trump con 2,5 puntos, de cara a la Convención Nacional Demócrata que se celebra esta semana en Chicago.

Interesante lo que tomamos de la revista Gambero Rosso…

El origen del cheesesteak forma parte del corpus de leyendas italoamericanas que salpican la historia culinaria de Estados Unidos. Lo cierto es que a principios de los años 30, los hermanos Pat y Henry Olivieri se cansaron de comer hot dogs todo el tiempo. Los vendían en su carrito en la zona del Italian Market, en el sur de Filadelfia

Un día se hicieron un sándwich con un trozo de carne de ternera picada en trozos grandes y unas cebollas fritas en mantequilla. Un camionero que pasaba por allí lo vio, lo pidió y tras un bocado decretó que siempre debían vender esos sándwiches, en lugar de hot dogs. Fue un éxito inmediato.

En poco tiempo abrieron Pat’s King of Steak, que sigue siendo una institución de la ciudad y un punto de referencia para cualquiera que quiera solicitar algo. Nadie sabe a ciencia cierta qué corte de carne utilizaban entonces, pero ciertamente no era muy noble: en los años de la Gran Depresión no había muchos cortes finos en circulación, especialmente en los barrios obreros de Filadelfia. Hoy en día, las normas locales prescriben el uso de Rib Eye (ojo de bife).

El queso llegó más tarde. El sobrino de Harry, Frank Olivieri Jr, que se hizo cargo del lugar después de la más clásica de las disputas familiares por la herencia, dice que el queso se añadió en la década de 1940 y el mérito es del entonces administrador del lugar, Joe Lorenza, quien siempre fue ebrio.

Él fue el primero en tener la idea. Pero entonces el “whiz” – un queso cremoso de manufactura industrial – no existía, pues es hijo de la revolución de los alimentos envasados ​​de principios de los años cincuenta- y el queso elegido fue, respetando la tradición italoamericana, el provolone, que aún hoy es la única alternativa aceptable al cheesesteak.

Al provolone todavía lo usa Geno’s, el archirrival de Pat, que abrió en la década de 1960, justo al otro lado de la calle 9, ocupando la esquina creada por Passyunk Avenue que corta diagonalmente la red del vecindario.

Se suponía que el restaurante se llamaría Gino’s, pero el ex futbolista Gino Marchetti había abierto unos años antes en Filadelfia el restaurante Gino’s Hamburger, que más tarde se convirtió en una cadena y pasó a manos de Marriott.

Aquella  tienda también comenzó con un carrito, que sin embargo vendía filetes en el barrio. El propietario era un hombre llamado James Vento y vivía en la frontera entre los negocios y el crimen. Cuando tenía 36 años mató a un hombre que le debía dinero y lo condenaron a cadena perpetua.

Murió en prisión diez años después. Entonces su hijo Joey abandonó su carrera militar y se hizo cargo del negocio de su padre, creando el restaurante que todavía existe hoy.

Pero sobre todo creó y alimentó la rivalidad con Pat’s. La acusación fundamental que la familia Vento lanza contra los Olivieri es que han traicionado el espíritu del sándwich original al empezar a ofrecer carne cortada en trozos muy pequeños, convirtiendo el producto en una hamburguesa que, según la escuela de pensamiento de Geno, debería ser servido con el trozo de carne entero, y provolone.

No me digan que la historia no da para un thriller…Mientras tanto, ojalá que el sanguchito en cuestión haga lo que tiene que hacer con el tal Trump y su banda de psicópatas provocadores.

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