Qué vivan los panzerotti (y las empandas) que la IA jamás fabricará…dijo el Papa

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Habrase notado ya y con suficiencia que las comarcas tomateras poco tiene de religiosas, más vale se asumen herejes y pecadoras, pero en esta estamos con el Papa Bergoglio, o Francisco, que se mandó una buena.

El uso del tenedor para sellar los bordes de los panzerotti caseros es un detalle que nunca podrá incluirse en los algoritmos, dijo el ejefe de los católicos.

En la última encíclica Dilexit el Papa escribió: En la era de la inteligencia artificial (IA) no podemos olvidar que la poesía y el amor son necesarios para salvar a la humanidad. Lo que ningún algoritmo podrá acomodar jamás será, por ejemplo, ese momento de la infancia que se recuerda con ternura y que, a pesar del paso de los años, sigue sucediendo en todos los rincones del planeta. Pienso en utilizar el tenedor para sellar los bordes de esos panzerotti caseros que hacían nuestras madres o abuelas. Es ese momento de aprendizaje culinario, a medio camino entre el juego y la edad adulta, en el que uno se responsabiliza del trabajo para ayudar a los demás.

En Italia lo aplaudieron. Estamos orgullosos y felices. Saber que el Papa conoce los panzerotti e incluso los menciona en su última encíclica nos enorgullece«, dijp Salvatore Turturo , presidente del Sindicato de Cocineros de la Región de Apulia y de la Asociación de Cocineros de Baresi.

Y propuso un panzerotto para el argentino hincha de San Lorenzo de extracción política peronista y parece que amante de las pastas: relleno de stracciatella y tomates cherry amarillos, para que también refleje los colores de la bandera del Vaticano.

En la última encíclica, el Papa utiliza otra metáfora de temática culinaria: Para el Carnaval, cuando éramos niños, nuestra abuela nos hacía tortitas , y era una pasta muy fina la que hacía. Luego la echó en el aceite y esa masa se hinchó y se hinchó… Y cuando empezamos a comerla, estaba vacía. Esos panqueques se llamaban “mentiras” en dialecto. Y fue la abuela quien nos explicó el motivo: «Estas tortitas son como mentiras, parecen grandes, pero no tienen nada dentro, no hay nada de verdad, no hay nada sustancial».

E n el título de este breve artículo le agregamos las empanadas a las palabras de Papa no por nacionalismo gastronómicos sino porque, en su aspecto y forma son muy parecidas a los panzerotti.

Tanto es así que la página de San Pellegrino (las afamadas aguas minerales italianas) dice de es plato: Los panzerotti son unas empanadas fritas de masa leudada rellena con salsa de tomate y mozzarella. Estas empanadas crujientes y doradas es mejor comerlas calientes.

Y continúa…

El nombre Panzerotti proviene de la palabra panza, que sería barriga en el dialecto de Apulia, debido a la forma en que se hincha la masa al freírla Como ocurre con muchos deliciosos platos italianos, los panzerotti (o el Panzerotto, singular) es un ejemplo típico de cocina pobre o cocina campesina, en este caso de la región Apulia.

Los panzerotti eran una manera sabrosa de utilizar los sobrantes de masa para hacer pan, utilizando además algunos ingredientes habituales en un hogar italiano, como la mozzarella y los tomates.

Mientras que el clásico relleno de mozzarella, tomate y orégano es el más habitual, también se pueden preparar con muchas variaciones.

Algunos otros ingredientes populares que encontrarás en el sur de Italia son típicos productos regionales, como pueden ser los diferentes tipos de queso, requesón fuerte, scamorza, y también es común encontrar añadidos anchoas, jamón o aceitunas.

Para hacer la masa: en un bol grande, mezcla las dos harinas. Disuelve la levadura en un poco de agua caliente, añadiendo seguidamente el azúcar. Disuelve la sal en el resto del agua caliente. Añade a la harina la mezcla de levadura y azúcar y seguidamente añade despacio el agua salada, utilizando las manos para hacer la masa. Esparce el aceite y pon la masa sobre una superficie lisa y sigue trabajándola con las manos hasta que quede suave y lisa.

Divide la masa en 20 trozos y luego forma una bola con cada pieza. Pon las bolas de masa sobre una bandeja para hornear forrada, cúbrelas con plástico y deja leudar hasta que su tamaño se vuelva el doble, unas 2 horas aproximadamente.

Mientras tanto, prepara el relleno: pica la mozzarella en trocitos pequeños y en un bol mediano, añade el puré de tomate. Condimenta con sal y añade el orégano, al gusto de cada uno.

Cuando la masa ha aumentado, en una sartén calienta el aceite para freír.

Sobre una superficie de trabajo ligeramente untada de aceite, con cada bola de masa haz un disco de unos 20 cm. Pon una cucharada llena de relleno en medio de cada disco. Coge cuidadosamente la masa de un lado para doblarla por la mitad, formando una media luna y seguidamente con el pulgar presiona los bordes para sellarlos. Ahora, para crear la clásica forma de los Panzerotti y también para asegurar que no se abran al freírlos: dobla los bordes sobre sí mismos y presiónalos con las puntas de un tenedor.

Calienta el aceite lo suficiente en una sartén profunda. Fríe solo un par de Panzerotti a la vez, poniéndolos cuidadosamente en el aceite hirviendo y dándoles la vuelta varias veces para asegurarte de que se cuezan uniformemente, hasta que estén dorados por ambos lados, digamos unos 4-5 minutos. Utiliza una espumadera para retirar los Panzerotti y ponerlos a escurrir sobre papel absorbente. Repite con el resto de los Panzerotti y sírvelos calientes; pero cuidado con quemarte el paladar ya que el relleno ¡está muy caliente!

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