En Gogiya, salón de barrio y parrillero

Y coreano, en el barrio porteño pero de ellos, allá por el bajo Flores, con su avenida que es la Carabobo, en recuerdo de aquella batalla liberadora del 24 de junio de 2025, crucial para la independencia de Venezuela Latinoamérica  toda. Ese día las fuerzas patriotas, lideradas por el general Simón Bolívar, se enfrentaron al ejército realista. Este enfrentamiento no solo marcó un punto decisivo en la guerra de independencia continental.  A pesar de las adversidades y el terreno complicado, la estrategia brillante de Bolívar y el coraje de sus soldados fueron determinantes para el triunfo. Bolívar empleó tácticas de guerrilla para desgastar y debilitar a las fuerzas enemigas….

Pero qué es esto, puesto que ni de historicidades e independencia vinimos a escribir aquí, sino de ciertos yantares en Buenos Aires y al estilo oriental.

Precisamente coreano, que, como ustedes deben saber ya, por las sopas en sus increíbles variedades y por sus propias parrillas se caracteriza.

Y estuvimos en una, una noche de sábado antes que este julio se convirtiese en heladera o polo sur para gran parte de los argentinos y de quienes por aquí viven.

Se trata de un bodegón sin pretensiones, despojado, mistongo en su apariencia, pero como suelen ser cuando salen buenos, para volver y el recuerdo.

Tal cual sucede con Gogiya. Queda sobre la avenida Carabobo 1583 y si teléfono es 11 2403 6946. Abre todos los mediodías y noche, pero aconsejamos ir a almorzar, sobre todo un domingo, porque sus comensales del barrio, coreanos y demás, le añaden un encanto particular.

Se encienden las parrillas de cada mesa. Llegan las carnes de vaca, de cerdo y de pollo sazonas, listas para que cada uno de quienes están sentados a la mesa preparen sus propios asadillos desmenuzados. Y las bandejas.

Llega el kimchi en su esplendor, los vegetales y las gyozas que no son japonesas. Unas suertes de tortillas de camarones y sus salsas picantes, de soja y agridulces. Los langostinos para sumar a la parrilla, ya varios platillos más de los tan típicos en esas mesas. Vinos y cervezas.

Los precios más que aceptables y una atención tan distraída como amistosa…No se lo pierdan…