¿Panqueques?…No hay como los vietnamitas

El banh xeo es una de las especialidades imprescindibles de la cocina vietnamita. Con solo el sabor graso de la harina de arroz, combinado con el dulce aroma de la carne, los camarones, los brotes de soja y el toque agridulce de la salsa, este plato rústico ha conquistado a muchos comensales exigentes.

Y dicen en Vietnam: El panqueque vietnamita central es aún más atractivo cuando se disfruta en días lluviosos o con un clima ligeramente fresco. La corteza fina, suave y crujiente envuelve el relleno, una mezcla de panceta de cerdo, camarones, brotes de soja y especias ricas. Pero eso no es suficiente; debe acompañarse con una variedad de verduras crudas y una salsa especial para realzar todo su sabor.

Ahora una receta tomada del sitio vietnamita Huong Nghiep a au.

La masa para panqueques.

Se necesita buen arroz para que la masa quede seca, fragante y crujiente, y para que sea más fácil de verter. Primero, se lava el arroz y se deja remojar en agua durante unas 3-4 horas. Luego, se saca el arroz con una cuchara, se le añade agua y se muele hasta convertirlo en harina.

La mezcla resultante debe ser espesa, ni muy líquida ni muy espesa, A continuación, se pica el cebollín y se añade a la mezcla de harina con media cucharada de sal, una cucharada de glutamato monosódico y una cucharada de cúrcuma.

Preparar los ingredientes

Recorte los bigotes de los camarones, lávelos y escúrralos. Si compra camarones grandes, córteles la cabeza, pélelos y córtelos por la mitad a lo largo.

Lavar la carne de cerdo con agua salada, luego enjuagar con agua fría y cortar en rodajas finas.

Lavar los brotes de soja y ponerlos en una cesta para escurrirlos.

Chalotes, ajo y chile finamente picados.

Recoger las raíces de las verduras crudas, lavarlas y escurrirlas.

Marinar el relleno de panqueques

Coloque la carne de cerdo en un bol, marine con media cucharadita de sal, media cucharadita de satay, media cucharadita de pimienta molida, media cucharadita de glutamato monosódico y un poco de cebolla verde picada, revuelva bien y deje marinar la carne durante al menos 30 minutos.

De igual manera, luego de escurrir los camarones, ponerlos en un bol, marinarlos con media cucharada de sal, media cucharada de satay, media cucharada de glutamato monosódico y media cucharada de pimienta y dejarlos reposar durante 30 minutos.

Prepara la salsa para mojar

Para disfrutar del sabor típico del banh xeo, la salsa es fundamental. Si no se mezcla bien, el plato perderá su delicioso sabor tradicional.

Primero, agrega 1 cucharada de agua hirviendo y 1 cucharada de azúcar al tazón, revuelve hasta que se disuelva, espera a que se enfríe, luego agrega 2 cucharadas de salsa de pescado, 2 cucharadas de chile y ajo picados, media cucharada de jugo de limón y mezcla bien. Sazona de nuevo para que la salsa tenga una combinación armoniosa de sabores agrio, picante, salado y dulce.

Sirva el banh xeo con un tazón de salsa para mojar.

Vierta los panqueques

Para hacer un panqueque debes utilizar un molde para panqueques especializado hecho de hierro fundido; de lo contrario, puedes reemplazarlo con una sartén antiadherente pequeña.

Primero, pon la sartén en la estufa a fuego medio para que se caliente uniformemente. Luego, agrega 1 cucharada de aceite de cocina y extiéndelo uniformemente por toda la sartén. Cuando el aceite esté hirviendo, agrega 2 o 3 piezas de cerdo y 2 o 3 camarones pequeños y voltea ambos lados uniformemente para que el relleno de los panqueques se cocine primero.

A continuación, se toma una cantidad moderada de masa y se extiende uniformemente sobre el molde. Es importante extender la masa fina y uniformemente para que quede crujiente y no sea aburrido de comer. Luego, se añaden brotes de soja en el centro del panqueque y se cierra la tapa.

Freír el panqueque durante unos 30 segundos, luego abrir la tapa, esperar a que el panqueque se seque durante unos 10 segundos más, luego doblar el panqueque y retirarlo a un plato forrado con hojas de plátano o papel absorbente de aceite.

El banh xeo recién servido todavía está caliente, dorado, fragante y crujiente.