Volvió una noche, o un medio día…Lo llamamos el Neo Tucopesto

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Volvió una noche, no la esperaba, había en su rostro tanta ansiedad, que tuve pena de recordarle su felonía y su crueldad. Me dijo, humilde: «Si me perdonas el tiempo viejo otra vez vendrá, la primavera es nuestra vida, verás que todo nos sonreirá…¡Cómo lo cantaba Carlos Gardel!

Esta vez no se trata de felonías ni de crueldades, apenas si de abandonos, porque el tucopesto aquél de Bachín, para ser justos con la historia, y el de otros, como el del también legendario Pippo (este bodegón existe pero apenas si un remedo triste del que fue); en tiempos de aquellos manteles, cuando Corrientes (la calle) era Corrientes y no este paseo afeado de nuestros días y la porteño cocoliche salsa emblema acompañaba a los vermicelli… De aquél tucopesto, escribíamos, casi nada quedó.

Por eso cuando hace pocos días vimos un video made in Italy en el que un joven cuoco preparaba en procesadora una salsa a base ajos y tomates asados, con albahaca, parmesano y aceite de oliva para darle vida a un plato de espaguetis de corte y filo, los tomateros cantamos albricias; volvió el tucopesto, o el Neo Tucopesto, para ser más justos; y que bien venido sea…¡O juremos con gloria morir…Salud!

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