Montalbano y su “pasta n’casciata”…en persona personalmente
Pocos textos policiales – y sus versiones adaptadas para series de TV – tuvieron el éxito de público global y concitaron esa suerte de empatía mágica entre lectores/televidentes y personajes de la ficción, que de alguna manera habla del logro narrativo del autor, y después de los guionistas y directores de sus traducciones fílmicas.
A El comisario Montalbano referimos, la colección de narraciones de Andrea Camilleri (1925-2019), quien nació en Porto Empedocle, provincia de Agrigento, Sicilia, y murió en Roma. Durante cuarenta años fue guionista y director de teatro y televisión e impartió clases en la Academia de Arte Dramático y en el Centro Experimental de Cine.
En 1994 crea el personaje Salvo Montalbano, el entrañable comisario siciliano protagonista de una serie con más treinta noveles. De izquierdas y amante de la mesa y el vino, lo acompañan personajes tan queribles como el mismo.
El vice comisario Mimí Augello, inspector Giuseppe Fazio, el agente Agatino Catarella – de ternura increíble, el de la frase siempre en persona, personalmente – y el forense Marco Pasquano, el goloso amante de los cannoli y esgrimista de un humor negro delicioso para con el comisario, a quien le asegura no se preocupe que le cobraré la autopsia, Montalbano.
Y cómo olvidarnos de Livia Burlando, la novia de eterna inteligencia; de Ingrid, la sueca que lo desea y al mismo tiempo acepta ser su amiga y cómplice…Y de Adelina, la de los platos y bocados inolvidables, aquellos que Montalbano prefiere disfrutar pero sin conversar, lo mismo que cuando se sienta a comer en el pequeño restaurante de Enzo y su mujer, casi sobre el mar…
Quien haya seguido la serie o leído las novelas jamás se olvidara de la ciudad imaginaria, Vigata, y de esa casa envidiable en la que vive Montalbano, sobre una playa del Mediterráneo siciliano.
Montalbano se llama así en homenaje e ese otro gran escritor de policiales, el español Manuel Vázquez Montalbán (1939-2003), su amigo y creador del detective Pepe Carvalho, investigador y también amante de la gastronomía aficionado a la gastronomía
El en episodio de la serie de 15 temporadas, El carrusel de las confusiones, Adelina cocina para el comisario uno de sus platos preferidos: pasta n’casciata…Y aquí va la receta, tomada del blog Cocinas y aficiones.
Necesitamos…
400 gr. de macarrones omostacholes; 1 berenjena; 2 huevos; 200 gr. de mozarella; 100 gr. de mortadela en cubo; 200 gr. de queso pecorino rallado; 100 gr. de parmesano; salsa de tomate; aceite de oliva; sal; pimienta; 300 gr. carne de cerdo picada; 100 ml de vino blanco; albahaca.
Para la salsa de tomate
2 kilos de tomate rojo y fresco o 2 latas de tomate triturado; orégano seco; tomillo seco; sal; pimienta; aceite de oliva.
Entonces…
Cortar la mozzarella fresca en pedazos
Trocear la mortadela en cubos de 1 cm
Cocer los huevos siete minutos
Picar la berenjena en cubos de 2 cm, las salamos generosamente y las ponemos a escurrir en un colador durante 30 minutos, lavamos con abundante agua fría y secamos con un paño bien limpio.
Cortamos e tomate de manera tosca ya que luego lo trituraremos, ponemos el aove en una sartén honda o una cazuela.
Cuando comience a calentar le añadimos el tomate, la sal, el orégano, el tomillo, la pimienta y la punta de una cucharita de azúcar, llevamos a ebullición.
Cuando comience a hervir bajamos el fuego al mínimo, tapamos y dejamos que se cocine hasta que esté en su punto, el tomate completamente cocinado y concentrado.
Probamos el punto de sal y acidez, corregimos.
Pasamos por el pasapurés ya que queremos que nos quede una salsa roja intensa.
Le añadimos las hojas de albahaca (la cantidad a tu gusto) y reservamos.
Condimentamos la carne con sal y pimienta recién molida
En una sartén ponemos unas cucharadas de aove, lo calentamos y añadimos la carne, cocinamos a fuego medio hasta que comience a cambiar de color
Le añadimos el vaso de vino y dejamos evaporar el alcohol.
La cubrimos con el tomate y la dejamos cocinar a fuego lento hasta que reduzca y nos quede una salsa espesa.
Freímos las berenjenas con el aceite necesario, esta verdura te pide mucho pero si estás atenta y la mueves para que no se queme no te hará falta tanto, cuando esté dorada la retiramos sobre papel de cocina para que escurra.
Añadimos a la cazuela de la carne la berenjena, la mortadela, los huevos duros y el pecorino rallado, movemos para que se mezcle todo.
Cocemos la pasta. Cuando esté al dente duro recuerda que tienen que pasar por el horno y el calor residual para que no te queden blandos, la sacamos y reservamos agua de la cocción.
En una fuente o asadera para horno…
Repartimos en la base una buena cantidad de salsa n’casciata. Colocamos una capa de pasta Cubrimos con los huevos partidos a la mitad. Ponemos una capa de pasta. Añadimos otra generosa capa de salsa e introducimos los tacos de mortadela, la mozarella y la berenjen Tapamos con una capa de pasta. Cubrimos con queso rallado y el parmesano generosamente y lo llevamos al horno hasta que esté dorado y precioso.
¡Salud!
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