“Apizza”, la pizza con almejas que hacen en USA

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Que la pizza es mundial, ya lo sabemos. ¡Mozzarella por la noticia! En vez del clásico chocolate, y un texto sobre ese mundo, el pizzera, en nuestros días es una deuda tomatera que pronto honraremos.

Mientras tanto, un cierto dato que le tomamos prestado al sitio La cucina italiana, pese a que con razón podríamos decir, pero que exagerada esta gente, creer que allá en el Norte inventaron esa pizza, ¿acaso no es casi la misma que en tantas casas por estos lados de Sur, y sobre todo a la orilla del mar hace muchísimo que se hace, al menos desde que los italianos llegaron al Río de la Plata?

En fin, de todas maneras vale la pena estamparla en nuestras páginas.

Parece ser que una de las variantes más originales de Estados Unidos es la de almejas, horneada por primera vez en New Haven en 1925.

La receta de la pizza, llevada a toda América por los napolitanos a principios del siglo XX – ¡ojo que en Buenos Aires muchos de los pioneros de la deleitosa redondez fueron genoveses! -ha evolucionado hacia muchas versiones diferentes.

Apizza es la evolución de la pizza típica de la ciudad de New Haven, en Connecticut, donde se encuentra la Universidad de Yale.

Creada en 1925 por el inmigrante Frank Pepe en su Pizzeria Napoletana,  en el 163 Wooster Street, hoy se sirve en todas las pizzerías y restaurantes italianos de New Haven.

El ingrediente principal de la pizza son las almejas frescas del océano Atlántico, que se encuentran a lo largo de la costa de Connecticut.

En su versión clásica es blanca, sin tomate, fina, crujiente y aliñada con aceite de oliva, orégano, queso rallado y ajo picado; sin embargo, existen variaciones con tomate.

Aquí la receta…

Ingredientes

1 kilo de harina; 1 kilo de almejas; 500 gramos Provola; 5 gramos de levadura de cerveza seca; sal; ajo; orégano; aceite de oliva.

Entonces…Añadir la harina y la levadura al agua y mezclar, agregar sal. Dejamos reposar la masa durante al menos 24 horas.

Dividir la masa en seis bollos y dejar reposar  una hora más.

Abrir las almejas y lavarlas.

Estirar cada bollo, ensanchándolo desde el centro hacia afuera, para obtener un disco fino, con bordes ligeramente más gruesos y elevados.

Cubrirlos con la provola picada y las almejas. Condimentar con un poco de ajo picado, una pizca de orégano y dos vueltas generosas de aceite.

Hornea a temperatura máxima a máxima…Y la está…Que el vino blanco se esté refrescando.

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