¿A qué no saben de dónde son las pizzas que ven en las fotos?

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Cómo hacer para resguardar la incógnita durante muchas palabras, letras, más. Si la trampilla del título funcionó quizás alguno de ustedes, fieles lectores, queridas lectoras, deben estar pensando en algunas de nuestras clásicas pizzerías, y por qué en esa que prefieren; porque descarto todos quienes leen esta sección tomatera son entusiastas, cuando no adictos a pizza.

¿Se animan entonces a pensar en una respuesta al título, antes de continuar con la lectura, si es que nos hacen el honor de seguir leyendo?

¿No…?

Pues no se trata de Pin-Pun, que es la más antigua de Buenos Aires. Ni de Banchero, ni La Cuartetas, ni de La Mezzetta. Tampoco de La Americana, ni El Fortín, ni Casa Burgio, ni Angelin, ni El Imperio de Chacarita, por mencionar algunas de las más emblemáticas (no hablamos de gustos personales, mucho menos de calidades.

Resulta que la literatura pizzera es vasta, diversa y tantas veces apasionada, tanto sobre orígenes, variedades y modos locales y regionales: allí están la napolitana, la porteña, la de Nueva York, la siciliana, la romana y otras muchas más como se les pueda ocurrir.

Si hasta recordamos ciertas encendidas polémicas sobre la existencia o no de pizza cubana, la que, según ciertos tomateros, pueden ser sabrosas pero sin la suficiente entidad como para ingresar en la galería de las identidades.

Ni que hablar de las que alguna vez alguien se refirió a la española y a la carioca; por favor dejar de memeces que la pizza es cosa seria

Ahora sí la respuesta a nuestro acertijo inicial, aunque para ello antes compartiremos un párrafo del texto que la colega Pina Sozio, publicó este mes en la revista italiana Gambero Rosso.

Alta y esponjosa, con una base crujiente y untuosa, generosamente cubierta de mozzarella: la pizza al corte es un clásico milanés, incluso entre quienes, que se dicen amantes de la comida internacional, se decantan por la pizza al estilo neoyorquino . Al igual que con el tegamino de Turín, quizá los panaderos toscanos y la emigración del siglo XX a la Milán industrial también tengan algo que ver.

Como podrán observar, barcos más, puertos menos; geografías por allá, geografías por acá, se trata de una breve historia que bien se emparenta con la historia de nuestras pizzas porteñas.

Pero digámoslo de una vez. Las fotos no pertenecen a ninguna de ellas,  si no a las que ofrecen algunas de pizzerías más representativas del estilo milanés.

Para los curiosos y tal vez para quienes puedan subirse a un avión que llegue al Malpensa, aquí un puñado de nombres: Pizzería Forno Antico, Pizzeria Porta Garibaldi, Pizzeria del Sole y Filante.

Parece que como en la calle  Corrientes, La Boca y Almagro. Aquí en Buenos Aires.

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