Mesa para una: Ensalada mediterránea de garbanzos

Aní Aharonian

Ideal para vegetarianos y veganos.

Está llegando el calor y dejamos atrás las sopas. Una de las ventajas que tienen las legumbres, es que también se pueden comer frías.

Garbanzos, lentejas, frijoles y arvejas, entre otras, son ricas en proteínas, hidratos de carbono, lípidos, fibra, minerales y vitaminas. Se las considera como uno de los primeros alimentos de la historia. Otra versión dice que las legumbres sólo las consumían los pobres.

Tengo garbanzos guardados y se me ocurrió hacer una ensalada, juntando otros ingredientes:

-. 500 gramos  de garbanzos.

-.1 pepino

-.1 tomate (redondo o perita)

-.Hojas de lechuga o rúcula. Puede ser también kale.

-.1 cebolla pequeña.

-.50 gramos de queso cortado en cubitos. Mozzarella (opcional).

.- Aceite de oliva y jugo de limón a gusto

-. 5 gramos de tomillo

-. Sal y pimienta.

Lo primero es cocer los garbanzos. Lo ideal, es dejarlos en remojo por unas horas (de la noche a la mañana), así la cocción será más rápida.

En una olla, agrego poco aceite con cebollas cortadas en cubitos, y cuando estén doradas, añado los garbanzos, y de a poco a poco agrego agua hasta que queden cubiertos. ¡Ojo, no queremos que sea sopa, solo que se cocinen! Un poco de sal, pimienta y tomillo.

Cuando los garbanzos estén a punto (depende de tu gusto), los aparto del fuego y dejo que se enfríen. Mientras tanto, corto el pepino y el tomate en cubitos, lavo las hojas verdes y las corto. En una ensaladera agrego todo, sumo los cubitos de queso y un toque de aceite de oliva  y limón, al final. Y listo.

Para aprovechar los eventuales  garbanzos sobrantes (si cocinamos de más), podemos congelarlos para otra oportunidad: otra ensalada similar o…

El siguiente platillo:

En una fuente con un poco de aceite, agregas los garbanzos cocidos, y los pones al horno hasta que doren. Tienes un snack para compartir con amigos, viendo una película o, simplemente, charlando.

¡Hasta la próxima y disfruten!