Gringos y británicos son nabos en la cocina, pero la salsa Gravy zafa

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Espesa, sabrosa y con alma casera, la salsa gravy es un clásico de la cocina anglosajona. Aquí te contamos qué es gravy, cómo hacer esta salsa para carne y en qué platos usarla para triunfar. Así dicen los del sitio español Gastronosfera.

Oscura, untuosa, sabrosa y reconfortante, con orígenes profundamente arraigados en la cocina anglosajona. El gravy casero es un ejemplo perfecto de cómo una elaboración sencilla puede elevar un plato a otro nivel.

Es una salsa para carne que se prepara a partir de los jugos que suelta la carne al cocinarse, combinados con caldo y un espesante como la harina o la maicena. El resultado es una salsa espesa, rica en sabor, con un tono marrón característico.

Se trata de una de las salsas más emblemáticas de la cocina británica y estadounidense. Hay quienes la hacen con manteca y harina (roux), otros la prefieren más ligera, y algunos incluso la preparan con vino tinto o cebolla caramelizada para darle un perfil más sofisticado.

El término gravy proviene del inglés medioeval y comenzó a utilizarse alrededor del siglo XIV, probablemente derivado de la palabra francesa gravé, que hacía referencia a los jugos de cocción que se extraen de carnes o aves.

Su preparación es tan antigua como la práctica de asar carne: aprovechar los jugos de cocción no solo era una forma de no desperdiciar nada, sino también de potenciar el sabor del plato principal.

En el Reino Unido, el gravy es un pilar del clásico Sunday roast, donde acompaña carnes asadas (especialmente ternera, cordero o pollo), patatas y vegetales. En Estados Unidos, la salsa gravy ocupa un lugar protagonista en el Día de Acción de Gracias, sirviendo como cobertura para el pavo y el puré de patatas.

Receta de gravy casero

Ingredientes: 2 cucharadas de grasa de cocción de carne (pollo, pavo, ternera, etc.). 2 cucharadas de harina de trigo o maicena. 500 ml de caldo de carne o de ave caliente. Sal y pimienta al gusto

Elaboración: En una sartén calentar la grasa de cocción (puede ser manteca si no tienes jugos de carne).

Añadir la harina y remueve constantemente para formar un roux. Cocina durante 2-3 minutos hasta que tome un color dorado intenso.

Poco a poco, agregar el caldo caliente, sin dejar de remover.

Cocina a fuego medio hasta que la salsa espese y tenga una textura sedosa. Esto puede tomar entre 5 y 10 minutos.

Salpimentar al gusto y servir de inmediato.

Consejo: Si usas los jugos de cocción del asado, no los deseches; al contrario, desglásalos (es decir, raspa bien la bandeja con un poco de caldo caliente) y utilízalos como base del gravy para un sabor más profundo.

Receta de salsa gravy de cebolla caramelizada

Ingredientes: 1 cebolla grande en rodajas finas. 2 cucharadas de manteca. 1 cucharada de aceite de oliva. 1 cucharada de harina. 400 ml de caldo de carne o vegetal. 1 cucharadita de salsa Worcestershire (opcional). Sal y pimienta al gusto

Elaboración:

En una sartén, calentar la manteca y el aceite a fuego medio. Agregar la cebolla y cocinar lentamente durante 15-20 minutos, hasta que esté bien dorada y caramelizada.

Añadir la harina y cocina durante 1-2 minutos, removiendo bien. Incorporar el caldo caliente en varias tandas, sin dejar de remover. Añadir la salsa Worcestershire, sal y pimienta. Cocina a fuego lento hasta que espese (unos 8 minutos).

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