Estamos por los de corte, o como más a la época les dicen: blends, assemblage
Después de enunciar el legendario principio que dice el mejor vino es el que más te gusta y el que podés pagar, pasamos a lo nuestro. Por una cuestión de gustos, entre varietales y de corte, los tomateros en general nos inclinamos por los segundos y por supuesto sufrimos las consecuencias, puesto que casi siempre, por no decir siempre, en equivalencia de gamas los de nuestras preferencias son más caros.
Por qué. Muy sencillo. Porque los blends requieren más elaboración y cuidados, y mejor guarda.
Y antes de avanzar, nuestras prevenciones de siempre: el del vino, más aún que el de las cocinas profesionalizas, es un mundo casi que infectado por la publicidad, el marketing y el bla bla, de bodegueros, enólogos y sommelieres. También por auto percibidos expertos y consumidores tilingos y aspiracionales; y ni que hablar de los medios especializados en todos los formatos tecnológicos.
La tradicional Bodega Bianchi, de San Rafael, publicó hace unos años en su sitio un texto que de alguna manera resume la cuestión entre varietales y de corte.
Los vinos de corte tienden a mostrar el estilo de un enólogo o de una bodega.
A grandes rasgos, sin detenerse en los detalles que hacen la diferencia, los vinos se suelen distinguir entre blancos, tintos, rosados y espumantes. Sin embargo, para un conocedor, la verdadera gran división entre los distintos ejemplares se da entre aquellos que son elaborados con una única variedad de uva y aquellos que nacen a partir de distintos cepajes: los varietales y los vinos de corte o blends.
Mientras que los varietales expresan las características organolépticas de una variedad en particular; los vinos de corte tienden a mostrar el estilo de un enólogo o de una bodega, ya que en la mezcla está presente la mano, el estilo y el criterio del hacedor.
¿Qué son los vinos de corte?
Vinos de corte, blends o assamblages; todos estos conceptos remiten a lo mismo: ejemplares compuestos por la mezcla de dos o más variedades diferentes. Se trata de etiquetas que no llegan a estar elaboradas con el 80% (para los vinos del Viejo Mundo) u 85% (en los del Nuevo Mundo) de ninguna cepa en particular, y por eso escapan a la categoría “varietal”.
En general, los cortes son más característicos del Viejo Mundo vitivinícola, ya que la varietalidad nació junto con el Nuevo Mundo, cuando a partir de los ’70 los vinos de Estados Unidos comenzaron a llevar en la etiqueta el nombre de la uva de la que estaban hechos.
¿Cómo nacen los vinos de corte?
Antes de ser elaborados, los vinos de corte nacen de la intención del equipo de agrónomos y enólogos de una bodega. Ellos tienen, desde un comienzo, presentes las características del vino que quieren lograr y conocen profundamente los componentes que van a ser parte del corte.
Por lo tanto, los vinos de corte suelen ser los que mejor reflejan el estilo de la casa y la impronta de quienes lo elaboran.
Claves para hacer un gran vino de corte
Como premisa, las cepas que mejor se amalgaman entre sí son aquellas que son complementarias y se potencian mutuamente.
Además de las expresiones de cada variedad, que deben tener predisposición a la armonía para que el resultado final supere a las individualidades, también influyen en el corte el tipo de vinificación, la crianza y la concentración de los distintos componentes.
Cada uno de los vinos que integra el corte debe hacer su aporte para alcanzar el equilibrio entre las distintas variedades y un alto nivel de complejidad.
¿Qué características tienen los vinos de corte?
Cada variedad de uva tiene características distintivas, por lo tanto, lo que importa en la mezcla es lograr un equilibrio entre ellas: la fluidez de una cepa más la estructura o el aspecto frutado de otra, integradas en los porcentajes adecuados.
En un blend, lo que se destaca es la mano y la creatividad del enólogo que eligió las variedades a combinar y en qué medida hacerlo.
¿Cómo diferenciar un vino de corte de otros?
Los vinos de corte indican en su etiqueta los componentes con los que fue elaborado el blend o assemblage. Por lo tanto, la mejor forma de identificarlos es prestar atención a la información que su etiqueta y su contraetiqueta nos brindan.
¿Cuáles son los mejores vinos de corte en Argentina?
Los vinos emblemáticos de las bodegas más prestigiosas de la Argentina suelen ser grandes blends. Como en ningún otro estilo de vino, en los cortes se combina la más preciada producción del establecimiento para lograr un producto final de la más alta calidad.
Estos son los cortes insignia de Bodegas Bianchi
Gran Famiglia Bianchi (Malbec, Petit Verdot, Merlot, Cabernet Sauvignon y Tannat)
Un blend de color profundo con reflejos violáceos característicos de su terroir. En nariz es sumamente frutal, con algunas notas especiadas y a vainilla aportadas por su crianza en roble. Un vino complejo y concentrado, de gran cuerpo, estructura y volumen.
Los Stradivarius de Bianchi Porto de Magoas (Malbec y Merlot)
Un vino dulce fortificado inspirado en el método tradicional portugués y en los vinos de Porto. De color rojo intenso y aromas que recuerdan a higos en almíbar, miel, frutos secos con notables toques de vainilla, tabaco y chocolate negro. Es amable, sedoso, untuoso y con buen volumen.
Famiglia Bianchi Red Blend (Malbec, Cabernet Sauvignon y Merlot)
Un vino de color violáceo muy atractivo. El Cabernet Sauvignon aporta notas especiadas, mientras que el Malbec suma sus aromas florales y a frutos rojos, y el Merlot su delicadeza característica. Así, los tres varietales se funden en un vino amable y equilibrado.
Famiglia Bianchi White Blend (Chardonnay, Viognier y Moscato Bianco)
Un blend blanco con reflejos verde-limón. Presenta aromas a frutos tropicales y durazno blanco mezclados con dejos cítricos característicos del Moscato, notas minerales y aromas a flores blancas aportadas por el Viognier. El Chardonnay otorga en boca su untuosidad característica que termina de armonizar la complejidad buscada en este exquisito blend.
Don Valentín Lacrado (Tempranillo, Bonarda y Syrah)
Un clásico argentino desde 1965. De color rojo con tonos rubíes, se destacan los aromas a frutas frescas como ciruelas, moras, higos y cerezas. Fresco, con taninos suaves y delicados, y una acidez equilibrada.
Hemos probado todos y los recomendamos. Bianchi es una de las bodegas emblemática de Mendoza, creemos que como pucos otras, ejemplar.
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