Morrones rellenos …”ña Barán style”

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Mariana Baranchuk

 

Morrones rellenos, es decir, con pasta de berenjenas, champiñones y maní; y que así sea. Porque  veces una (o sea yo) le pide al cielo que pare con esa manía de mandar calamidades, pequeñas tonterías que van tornando más complicado el devenir del día.

En esas ocasiones, si algo de lucidez mantengo, sé que debo ocupar mis manos y cabeza en algo que me guste hacer y que requiera energía, concentración y creatividad: una suerte de laborterapia.

No bordo, no tejo, no coso…Y si bien sé abrir la puerta para ir a jugar, en esas ocasiones lo mejor es cocinar.

Sorprenderé a los lectores y a mis queridos comensales de Tomate con esta novedad.

Confesaré que tengo un problema con las recetas, las miro, las recuerdo hasta ahí y después las adapto. En la cocina y en la vida no creo en las recetas perfectas.

De mi última inquietud nacieron estos morrones rellenos con pasta de berenjena, champiñones y maní.

Acá va la receta y no es necesario que la respeten, las cantidades a ojímetro:

 

Ingredientes:

  • Morrones rojos (aprovechar que están en precio)
  • Berenjenas (menos en precio pero se bancan)
  • Cebolla; ajo puerro y ajo
  • Maní (yo mezclo con y sin sal)
  • Mozzarella
  • Aceite de oliva. Sal y pimienta a gusto

 

Preparación:

  • Cortar las berenjenas en fetas (creo que corte 5 de medianas a grandes), colocar en asadera (para que entren use una asadera o una pizzera) previamente aceitada. Condimentar con sal, comino y poquito de aceite de oliva (mejor uno rico) y al horno.
  • Picar una cebolla, un ajo puerro con las hojas incluidas, algunos dientes de ajo, sal y pimienta, y a saltear en un wok. Cuando ya casi estén, agregar los champiñones fileteados y luego apagar la hornalla (no me digas…).
  • Cortar los morrones al medio a lo largo, sacar semillas y esos cositos blancuzcos (yo use tres, así que me quedaron seis mitades)
  • Cuando las berenjenas estén tiernitas sacar del horno, cortarlas en trozos y meterlas al wok apagado que estamos usando de recipiente, y recuerden que ya posa sobre hornalla sin calores.
  • Espero que no hayan apagado el horno, porque usamos la misma asadera (es laborterapia pero tampoco se trata de andar lavando tanto cacharrerío). Ponemos ahí los morrones y al horno
  • Procesamos con la minipimer (otra acotación al margen: sostengo ante quien corresponda que la minipimer es el Santo Grial de la cocina) todo el menjunje yacente en nuestro wok de marras, y bien mezclado, porque necesitarán cumplir este paso al menos en dos veces, a menos que la procesadora sea algo así como profesional.
  • Agreguen el maní a gusto, podrían haber sido nueces pero no tenía…Necesitaba algo que hiciera crunch al masticar.
  • Saquen los morrones del horno -¡y no lo apaguen!- cuando les parezca que ya están un poco blandos.
  • Rellenen los morrones con la pasta, salpimenten, añadan algunas láminas de champiñones salteados que no hayan sido procesadas (yo me olvidé de separarlas), cubran con un poco de mozzarella y al horno otra vez.
  • Saquen del horno y emplaten como más les guste.

 

Y se bebe con lo que más gusten, yo lo hice con un blanco seco bien frío, merecido luego de tanto horno…y los temas que no podía resolver no los resolví pero me sentí mucho mejor.

A comer y beber…¡qué chocan los planetas!

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