Santa Tarta bendita

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Aní Aharonian

Llega el verano y con él los menús ligeros, coloridos, como ensaladas y una diversidad de platos fríos. Es común, en horas del mediodía, en locales para llevar, ver una verdadera exposición de tartas en sus más variados estilos y sabores; aunque, claro, la más conocida y tradicional es la Pascualina.

Mucha gente piensa que se trata de una tarta bien argentina, pero es que es una preparación de origen genovés, de la Liguria. Originalmente se hacía con alcachofas, que son alcauciles ¡Já!

La Pascualina es un plato asociado a la festividad cristiana de la Pascua. Forma parte de la cumbre de la comida pascual y en el pasado era la apoteosis para la habilidad de las amas de casa: Cuenta la leyenda que eran capaces de superponer tantas hojas de masa como años tuvo Cristo cuando los crucificaron.

La tarta llegó al Río de La Plata a finales del siglo XIX, tanto a la Argentina como a Uruguay, con la primera ola migratoria italiana, formada en su mayoría por lombardos, piamonteses y ligures. La Pascualina no demoro en transformarse en plato rioplatense.

Su preparación es tan simple. La masa fina, hecha con harina, aceite de oliva, agua y sal. Su relleno está compuesto por espinaca y acelga, cortadas finas y salteadas con ajo, huevo, queso rallado, sal, nuez moscada. No faltan los huevos duros.

Es común encontrarla en bares, rotiserías, y panaderías, junto a otras variedades de tartas, que se ella se ha convertido en un menú de comida rápida o de paso.

Hoy les propongo otro tipo de relleno sus tartas….Prepararlos es jugar con la imaginación, para nunca aburrirse ante un mismo plato. Sería bueno variar, ¿no?

Tarta de manzana, cebolla y queso  

  • Masa de tarta hojaldre redonda o cuadrada (puede ser comprada)
  • Tres manzanas verdes
  • Una cebolla grande
  • 200 gramos de queso cremoso

Cortar las cebollas en plumas bien finitas y remojarlas con agua para quitar la acidez; rebanar las manzanas (con la cáscara o no, es tu elección) en rodajas finas.

En una fuente levemente engrasada, agregamos una tapa de la masa, y en capas vas agregando primero la cebolla, después las manzanas y por último el queso cremoso trozado. Incorpora la otra tapa de masa. Por arriba, puedes polvorear con un toque de azúcar para dar color. Y al horno.

Si tienes tiempo y ganas, puedes hacer la masa casera. Sólo necesitas, harina de 0000, sal, agua y aceite.

En un bol: nueve cucharadas soperas de harina; una pizca de sal y pimienta; cinco cucharadas soperas de aceite de oliva o girasol.

Mezclar y de a poco a poco agregas el agua fría (seis cucharadas soperas), sigue mezclando y amasa un poco.

Dejar descansar la masa en la heladera por unos minutos; luego sobre una mesada, agrega harina y estira con un palote al tamaño y cantidad de tapas que desees, y listo.

 

Tarta abierta de berenjenas con tomates secos

  • Una para tapas como la apuntada en la receta anterior
  • Dos berenjenas
  • Una cebolla grande
  • 50 gramos de tomates deshidratados
  • Un huevo batido
  • Sal, pimienta y orégano

Remojar los tomates deshidratados en agua caliente hasta que se ablanden.

Cortar las berenjenas y la cebolla en cubos. Saltear en una sartén con poco aceite  hasta que estén blandos. Agrega sal, pimienta y orégano.

En un bol mezclar los tomates hidratados y cortados en tiras con el sofrito ya listo. Agregar un huevo batido t revolver,  para compactar el relleno (opcional).

En una fuente redonda, tartera o molde, disponer una sola tapa. Cúbrela con el relleno bien distribuido, y al horno hasta que dore.

Las opciones para rellenos son tantas, que podríamos escribir un libro; quizás en un futuro cercano, para Tomate Ediciones.

Pará la próxima semana, preparé algunos tipos de picadas, rápidas y fáciles.

 

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