Te quiero más que a la sal

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Porque sabe a elíxir su cocina. Claro que sí, pues los de Tomate nos sentamos a la mesa del Restaurante Armenia, ese que mismito queda en el barrio porteño de Palermo; ya pronto os daremos precisiones sobre ese lugar en el mundo del buen comer en Buenos Aires, la ciudad que fue fundada dos veces: en 1536 por Pedro de Mendoza y en 1580 por Juan de Garay; aunque afirmamos que esas fundaciones no fueron dos sino tres, pues en 1950 Manuel Mujica Lainez lo hizo con su Misteriosa Buenos Aires, libro que se devora como aquellos viejos dioses disfrutaban su ambrosía.

Te quiero más que a la Sal, según una edición de Editorial La Bohemia (2015) refiere a una tradición del pueblo armenio: Es la historia de un rey que pregunta a sus hijas cuánto lo quieren. Cuando la tercera le dice que lo quiere más que a la sal y al agua, al rey le parece poco y la obliga a salir del reino. La historia del pueblo armenio es una historia de más de tres mil años; ellos dicen que descienden de Noé.

Y por supuesto que la propuesta del Restaurante Armenia, es tan querible como el amor que provoca la sal, que como las grasas, son casi dueñas del sabor, al mal grado de los preceptos médicos suelen restringir cuando no condenar su uso de los haceres entre platos y fogones.

Por eso, cuando el comensal se aposentan frente a una de sus meses tentado está de proclamar Ես ուզում եմ ամեն ինչ (Yes uzum yem amen inch), que significa quiero todo; aunque con la llegada del hummus (puré de garbanzos), la ensalada tabulé y la Belén (morrones rojos, verdes, berenjenas, pasas de uva y almendras), la aceitunas, el pashá borek (masa fila con tres tipos de quesos) y el michugov (keppés cocidos, que son de carne molida y hasta pueden ser asados, con otro nombre), a cada cual su ansiedad quedará bajo control.

Hasta que, con los vinos de la carta a vuestra elección, ya habrá tiempo para el mutabel, el lehmeyún (empanadas abiertas) y el falafel (bocadillos de garbanzos con pasta de sésamo), el arroz pilav a la persa y los sarmá, que son arrollados en hoja de parra…

Podríamos continuar con el menú pero no, no le contaremos todo, apenas si un comentario para golosos de platillos dulces: Los postres bañados en almíbar casero, rellenos con canela, nuez y clavo de olor, hechos en su mayoría con masa fila; una masa extra fina, casi transparente que lleva harina y agua.

Pues a lanzarse entonces al buen comer en estilo armenio; si se animan con el café pueden leerles vuestra fortuna según su borra…y después nos cuentan.

 

  • Restaurante Armenia
  • Armenia 1366, CABA
  • Teléfono 011 4776-2500
  • De martes a sábado, por la noche; los domingos al medio día
  • Precios razonables, sobre todo si se tiene en cuenta la calidad de lo ofrecido y el dislate inflacionario que vive el país de los argentinos y de todos aquello que en él habitan
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