Donde amantes de cogorzas, curdas y colocones se rinden ante dios

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¿Dónde?

Primero. Fue el templo de Baco, Dionisio en Grecia, uno de los santuarios más importantes de los dedicados por los romanos a la deidad del vino. Lo erigieron en Heliópolis, hoy Baalbek, en Líbano, palabra ésta que a su vez proviene del fenicio y que en árabe es lavan, leche. Es decir entre alimentos legendarios nos encontraríamos.

Segundo. Templum, en latín, es aquella construcción sagrada que el augur definía como morada de dioses y espíritus. El más añoso que se conoce es el de Göbekli Tepe, en el sureste de Turquía, con más 11 mil años de historia.

La antigua lengua hebrea habla de santuario, y los dos más antiguos de Jerusalén se conocían como Beit Hamikdash o casa santa. Los cristianos rechazaron la idea de templo porque decían que se trataba de sitios paganos, y eligieron las palabras iglesia y catedral.

Tercero. No pretende ser este texto una tabarra o monserga sobre templos y casas divinas…¡Los dioses no le permitan! Trata sí acerca de un vino, pero como no escribimos para lucimiento y devaneo de bodegas, bodegueros, marchands o vendedores, sino para los curdas y achispados por el gusto de caldos o morapios de los buenos, pues entonces nos damos el gusto de tomar circunvalaciones de palabras, trazar emboscadas y salir en busca de sortijas y sortilegios del narrar.

Ahora sí.

El vino de hoy, tal cual podrían sospecharlo, se comercializa con la etiqueta Templum Gran Cabernet, de Cavas La Capilla (Ugarteche, Luján de Cuyo, Mendoza, Argentina).

Es un corte 60 por ciento Cabernet Sauvignon  y 40 por ciento Cabernet Franc, 2018. De viñedos de 28 años y cultivados a 950 metros sobre el nivel del mar. Tiene 18 meses en barricas de primer uso y guarda en botella de 10 meses.

Es de color rojo oscuro. En nariz se perciben frutos negros y secos; vainilla y madera. En boca es de entrada sedosa con especias y pimiento asados; con un final largo y mineral.

Lo de los párrafos anteriores fue para cumplir con cierto canon de la escritura sobre vinos, pero lo cierto es…que se trata de un vinazo. En vinerías y tiendas especializas se lo encuentra. A fines de abril lo pagamos 6.000 pesos. Vale el esfuerzo del desembolso y por mucho.

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